El emprendimiento social marca una oportunidad colectiva que aporta a la sostenibilidad social, ambiental y económica, donde se visualiza que el trabajo colectivo con enfoque social constituye una alternativa para transformar los contextos en los que se desenvuelven los emprendedores. En la actualidad, ante la crisis sanitaria, económica, social, se visibiliza la necesidad urgente de revalorizar lo colectivo, lo comunitario, la cooperación como estrategias que aporte a la reactivación de la economía de las familias y de la sociedad en general. Frente a lo expresado, uno de los paradigmas alternativos de hacer y generar economía que se presenta como una opción idónea es la Economía Popular y Solidaria, cuyos principios rectores propende al bien común, la prelación del trabajo sobre el capital y de los intereses colectivos sobre los individuales, el comercio justo y consumo ético y responsable, equidad de género, el respeto a la identidad cultural, autogestión, responsabilidad social y ambiental, solidaridad y, distribución equitativa y solidaria de excedentes, a fin de aportar a la construcción de una sociedad equitativa. Desde esta perspectiva, la academia desempeña un rol fundamental para formar profesionales que fortalezcan el emprendimiento social y la economía popular y solidaria que aporten a la construcción de una sociedad más justa y equitativa. (O)
