En siglos pasados la inquisición en nombre de sus dogmas impuso el sistema del monopolio del pensamiento.
Luego vino la época de la libertad, respetada por los gobiernos liberales hasta el festín totalitario de los regímenes comunistas y fascistas, que impusieron la negación absoluta de la libertad y por consiguiente de la dignidad humana.
Sin libertad de expresión, de prensa y de información no existe diversidad ni contraste de ideas y sin libertad de pensamiento la cultura es sometida al dictamen del autócrata.
René Mauge líder que fue del Partido Comunista, luego disidente del mismo, en una conferencia que ofreció en la Facultada de Jurisprudencia de la Universidad Católica de Cuenca en los años noventa, recuerdo que al analizar el colapso económico y político de la URSS, sostuvo que la falta de libertad y el monopolio del Estado de las actividades culturales, científicas, educativas como económicas, dio por resultado el estancamiento productivo y la precariedad de las condiciones de vida. Esa realidad demuestra, con otras patentes en el mundo, que la falta de libertad es una aberración existencial.
En nuestra Patria, el populismo del socialismo del siglo XXI, con los tribunales inquisitoriales de la SUPERCOM y sus fiscales y jueces, sancionaron a los medios de comunicación y a los opositores del régimen autoritario de Correa, hoy la amalgama siniestra que domina la Asamblea, pretende restaurar la Inquisición en nombre de sus intereses.
Audacia, Ignorancia y Perversión. Pero allí están con el trámite aprobado de una ley confiscatoria de la Libertad y del derecho innato a pensar opinar y escribir, en tal virtud el Presidente de la República debe vetar totalmente este bodrio nugatorio de la Dignidad Humana. (O)