La NASA hará el 3 de septiembre de 2022 un segundo intento por lanzar al espacio desde Cabo Cañaveral (Florida) la misión lunar no tripulada Artemis I, que marca el inicio de la carrera para una futura colonización del satélite terrestre.
El objetivo de esta misión considerada histórica es poner a prueba las capacidades del poderoso cohete SLS (Space Launch System), de 98 metros de altura (322 pies), y la nave Orión, con capacidad para cuatro astronautas.
La ventana de lanzamiento de dos horas se abre a las 14:17 hora local (18:17 GMT) del sábado y si por causas técnicas, meteorológicas u otras hay que volver a atrasar el despegue, el siguiente intento se hará el lunes 5 de septiembre.
Se espera que, como ocurrió el pasado 29 de agosto, cuando hubo que cancelar un primer intento debido a un fallo en uno de los cuatro motores RS-25 del poderoso cohete SLS, la llamada «costa del Espacio», la comarca donde está enclavado el centro espacial, se llene de visitantes deseosos de contemplar el lanzamiento.
El cohete SLS, con un costo de 4.100 millones de dólares, llevará en su cono superior la nave Orion, que realizará una misión de seis semanas de duración durante la cual orbitará la Luna.
Orion, la nave espacial más veloz y poderosa de las hasta ahora construidas, capaz de alcanzar las 24.500 millones de millas por hora (39.428 km/h), habrá recorrido 1,3 millones de millas (más de dos millones de kilómetros) cuando regrese a la Tierra.
Si el lanzamiento se efectúa este sábado y no hay imprevistos en la misión, Orion amerizará en el Océano Pacífico, al oeste de San Diego (California), el próximo 11 de octubre.
El equipo de gestión de la misión Artemis I, tras revisar el estado de las operaciones el jueves por la tarde, dio el visto bueno para el lanzamiento el 3 de septiembre.
Desde el fallido intento del 29 de agosto, los equipos actualizaron los procedimientos, practicaron operaciones y refinaron los plazos, señaló la NASA.
AJUSTES Y REPARACIONES ANTES DEL DESPEGUE
Entre otras cosas repararon una fuga en una de las tuberías, denominadas por la NASA umbilicales, que van de la torre móvil de lanzamiento hasta el cohete y la nave para suministrar energía, combustibles, refrigerante y comunicaciones.
Los equipos también reajustaron o apretaron los pernos para asegurar un sellado hermético al introducir los propulsores superenfriados a través de esas líneas.
Si bien no se detectó ninguna fuga a temperatura ambiente, los equipos continuarán monitoreando los umbilicales durante las operaciones de tanqueo, señaló la NASA.
Los equipos ajustarán los procedimientos para enfriar los motores, también llamada prueba de purga de arranque, entre 30 y 45 minutos antes en la cuenta regresiva durante la fase de llenado rápido de hidrógeno líquido para la etapa central.
Esto dará tiempo adicional para enfriar los motores a las temperaturas adecuadas para el lanzamiento.
Los meteorólogos de la Fuerza Espacial de los EE. UU. pronostican un 60 % de condiciones climáticas favorables, que irán mejorando a lo largo de la ventana para el sábado.
Tras la histórica misión Artemis I, la NASA tiene previstas otras dos misiones Artemis. La segunda será un viaje tripulado hasta la Luna y la tercera pondrá en la superficie del satélite terrestre la primera tripulación en más de 50 años.
En esa tripulación irá la primera mujer y la primera persona de color que viajen a la Luna.
La misión Apolo 17 de la NASA, iniciada en diciembre de 1972, fue la última en la que astronautas estadounidenses viajaron a la Luna y caminaron sobre su superficie.
El hombre pisó la Luna por primera vez el 20 de julio de 1969 durante la histórica misión de la NASA Apolo XI. El cohete Saturno V, con la nave Eagle en su punta, despegó de Cabo Cañaveral cuatro días antes con Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin como tripulantes. EFE