La vacuna de refuerzo contra la malaria de la Universidad de Oxford (Reino Unido) mostró una eficacia del 70 % al 80 % en ensayos con niños en Burkina Faso, según informaron los investigadores en un comunicado remitido 8 de septiembre de 2022 a Efe.
La vacuna candidata a la malaria, denominada R21/Matrix-M, cumple de esta manera con la hoja de ruta tecnológica de la Organización Mundial para la Salud (OMS), que marca una eficacia de al menos el 75 %.
«Estos resultados demuestran que un régimen de inmunización estándar de cuatro dosis puede ahora, por primera vez, alcanzar el ato nivel de eficacia al que aspiraban las vacunas contra la malaria durante tantos años», dijo el director del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, Adrian Hill.
Los científicos, que estudiaron durante un año el estado de salud de 450 niños de entre 17 meses y cinco años, informaron de una eficacia de la vacuna del 80 % en el grupo que recibió las dosis más altas, y del 70 % en el grupo que recibió una dosis más baja.
Cada niño recibió la misma vacunación de refuerzo, así como su serie primaria de vacunas.
Las dosis se administraron en junio 2020, en gran parte antes de la temporada alta de malaria.
Los niveles de anticuerpos fueron restaurados a niveles similares a los que siguen a las vacunas primarias 28 días después de la administraron de dosis de refuerzo, y no se registraron eventos adversos graves relacionados con la vacuna.
«Es fantástico volver a ver una eficacia tan alta tras una única dosis de refuerzo», indicó el director del Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud (IRDD) de Burkina Faso, Halidou Tinto.
Según Tinto, el objetivo de estos ensayos es «obtener la licencia de esta vacuna para su uso generalizado el año que viene».
A finales de este año, los investigadores esperan tener los resultados del ensayo clave de fase 3 en curso, que evaluará la seguridad y eficacia a gran escala de la vacuna en 4.800 niños de entre 36 meses y cinco años en cuatro países de África.
La directora de la OMS para África, Matshidiso Moeti, celebró este jueves los resultados de este ensayo como «una buena noticia».
«Esperamos con interés la finalización de los ensayos» y poder disponer de «más información», añadió la directora en una rueda de prensa telemática.
La malaria (o paludismo) es una enfermedad causada por parásitos que se transmiten a los humanos por la picadura de mosquitos infectados del género Anopheles.
Si bien es una afección prevenible y curable, puede ser mortal si los pacientes no reciben la atención médica y los medicamentos que necesitan, sobre todo en los casos de menores de cinco años, mujeres embarazas y personas con VIH o con baja inmunidad.
Alrededor de 627.000 personas murieron por malaria solamente en 2020, sobre todo en África, continente que concentra el 96 % de todas las muertes por esta enfermedad del mundo, según la OMS.
Sólo cuatro países de África concentraron en 2020 algo más de la mitad de todas las muertes por paludismo del planeta: Nigeria (31,9 %), la República Democrática del Congo (13,2 %), Tanzania (4,1 %) y Mozambique (3,8 %). EFE