Hace una semana, María Belén Bernal fue vista por última vez cuando ingresó a la Escuela Superior de Policía, en Quito, para ver a su esposo, el teniente Germán Cáceres. Hoy, su madre clama al Gobierno por su hija, mientras la justicia intenta esclarecer lo que ocurrió ese día.
En la jornada de este domingo, 18 de septiembre de 2022, la Fiscalía reanudó las labores de búsqueda en la Escuela Superior de Policía y dirige 9 líneas de rastreo que cubrirán desde las quebradas de la Mitad del Mundo hasta Calacalí.
A la búsqueda se sumaron integrantes de la sociedad civil, Bomberos de Quito, Municipio de Quito y personal de Policía Nacional.
Alrededor de 40 familiares, amigos y conocidos de María Belén Bernal integraron los 4 equipos de búsqueda encabezado por la Policía, dentro del plan de acción trazado en quebradas que existen desde Pomasqui hasta Nanegalito.
En busca de Cáceres
Cáceres, actualmente prófugo, es el principal sospechoso de la desaparición de Bernal, una abogada de 34 años y madre de un niño de 13.
La noche de este sábado el Ministerio del Interior difundió la ficha con la imagen de Cáceres para su localización y recompensa para quien dé información real.
Testigo clave
Por ahora, la Fiscalía ya tiene un testigo clave, la cadete Joselyn Brigitte S. P, quien fue detenida desde el viernes con fines investigativos y desde el sábado 17 está con prisión preventiva.
Con su detención y las versiones de algunos testigos, las autoridades empiezan a reconstruir lo que ocurrió a partir de la medianoche del 11 de septiembre, cuando Bernal ingresó en la Escuela de la Policía para llevar comida a su esposo, quien cubría una guardia nocturna.
«Hay una zapatilla de mi hija. Creo que mi hija salió en pijama. No sé si alguien le llamó, no sé si él (Cáceres) le llamo porque ella le llevaba comida», dijo la madre de Bernal, Elizabeth Otavalo.
En la audiencia de formulación de cargos contra la cadete Joselyn Brigitte S. P, desarrollada este s{abado, se conocieron algunos detalles. Ahí, la sospechosa confirmó que hubo una fiesta al interior de la institución, en la que hubo consumo de bebidas alcohólicas.
La cadete relató que escuchó gritos y golpes por cerca de 20 minutos y que no informó de lo sucedido porque se sentía asustada. Negó además haber tenido una relación sentimental con Cáceres.
Joselyn S. P. contó que el teniente de Policía, Germán Cáceres, le habría pedido borrar chats del teléfono y que le habría comentado que “esté tranquila porque no había cámaras”.
La jueza Paulina Sarzoza acogió el pedido de la Fiscalía General del Estado y dispuso en su contra una medida de prisión preventiva por presunta desaparición involuntaria.
La familia de Bernal inició su búsqueda y Cáceres fue llamado a declarar, después huyó. Entre la semana, las autoridades ingresaron a inspeccionar la Escuela de Policía. En el sitio se hallaron prendas de la abogada así como manchas de sangre en la habitación de su esposo.
El clamor de su madre
Elizabeth Otavalo, madre de la abogada desaparecida volvió a interpelar a las autoridades judiciales, y tras escuchar el relato de la cadete rompió en llanto y dijo que a su hija “le han tratado como una basura, como un animal”.
«Ella entró el 11 de septiembre, a las doce de la noche a la Escuela Superior de Policía y hasta el sol de hoy no sale. Por favor Gobierno, entrégueme a mi hija», dijo Elizabeth.
Esa es una «escuela de formación…yo más creo que es una escuela de deformación, porque ahí se ha permitido absolutamente todo. Ahí se ha permitido que haya fiestas, se ha permitido que tengan relaciones, ahí se ha permitido todo», opinó.