El Jardín Botánico de Cuenca recibió la donación de 50 especies vegetales representativas de los cinco continentes. El investigador José Luis Espinoza, a nombre de “Viveros del Austro”, participó en la ceremonia de entrega de las plantas exóticas.
El evento, que se llevó a cabo la mañana del viernes ante la presencia de autoridades y público, incluyó la siembra de un cedro procedente de Europa, que es parte de esta colección que ha tomado 20 años en formarse, con una variedad y belleza única en el Ecuador.
Alisos, sauces, carpe, maples, magnolia, olmos y erytrhinas, entre otras, son parte de las especies exóticas donadas, que han pasado por un largo proceso de adaptación en Cuenca y aunque unas se han desarrollado mejor que otras, no todas tuvieron el éxito esperado. Arces, abetos y piceas no subsistieron.
“Muchas de estas plantas son famosas en todo el mundo y están en nuestro léxico, pero no todos las conocen. Cuando decimos ‘pedir peras al olmo’ y algunos no saben qué es el olmo», explicó Espinoza.
«Aquí en el Jardín Botánico van a conocer estas especies exóticas, como complemento a las nativas que ya tiene el Jardín”.
José Luis Espinoza. Investigador.
Uno de los objetivos principales es atesorar el mayor número de plantas y promover el conocimiento y la educación ambiental integral de los cuencanos.
Cinturón verde
La vegetación donada se ha sembrado en el margen del Jardín Botánico que da hacia la Av. 24 de Mayo y la Universidad del Azuay de manera que con el tiempo forme un cinturón verde que aísle el ruido y a la vez constituya un fondo que otorgue más colorido y contraste para el embellecimiento de la ciudad.
“No todas las plantas tuvieron un óptimo desarrollo como en sus lugares de origen, pero se adaptaron bastante bien a la altura y al clima benigno de Cuenca. Los verdaderos cedros tuvieron un crecimiento lento por lo que en general se mantienen bajos, son de madera muy fina, es una joya con un color azulado”, explicó Espinoza, quien cosechó su gusto por las plantas desde su infancia motivado por sus abuelos.
En su estudio, Espinoza observó que las hojas de maples y arces cambian de color antes de agotarse como lo hacen en países de cuatro estaciones.
Asimismo, observó que las plantas asiáticas se adaptaron mejor que las europeas.
Este lote de plantas exóticas se suma a otras 50 especies nativas que “Viveros del Austro” entregó anteriormente al Jardín.
La Comisión de Gestión Ambiental de la Municipalidad colocó una placa en el Jardín Botánico en agradecimiento a Espinoza por esta última donación.
Espinoza se mostró convencido de que muchos de los ejemplares donados sobrevivirán por generaciones, por lo que expresó la esperanza de que este acto quede grabado en la memoria de los cuencanos.
Labor
El Jardín Botánico trabaja bajo tres ejes:
- La conservación
- La investigación y
- La educación ambiental.
En un espacio de 4,9 hectáreas alberga 189 especies con más de 8.000 plantas sembradas.
“El proyecto de los cinco continentes tiene ahora estas 50 especies, esto promueve la educación ambiental y nos permite trabajar con los niños y las visitas que recibimos a diario”, subrayó Carlos Rodríguez, administrador del Jardín Botánico.
El Jardín recibe entre 1.000 y 1.500 visitantes por semana, ellos pasan por un proceso de inducción por cada ecosistema que tiene el Jardín.
Un equipo de siete obreros se encarga de dar mantenimiento al lugar con labores agrícolas, limpieza, seguridad, manejo de compostaje y siembra hortícola en la chacra.
El horario de visita es de lunes a domingo de 08:00 a 17:00.
Entre las sugerencias que se hace a los visitantes está no salirse de las camineras, no pisar las áreas verdes y no extraer las flores, ni las semillas, entre otras medidas. (PNH)-(I)
CIFRAS
4,9
hectáreas tiene el Jardín Botánico que alberga 189 especies con más de 8.000 plantas sembradas.
1.000
a 1.500 visitantes por semana recibe el Jardín Botánico, que se emplaza en las márgenes de los ríos Yanuncay y Tarqui.
Dato
La Comisión de Gestión Ambiental colocó una placa en el Jardín Botánico en agradecimiento a José Luis Espinoza.