Mientras estábamos en la sobremesa, miraba a mi hijo trabajar profundamente concentrado en un documento. Era el examen para sus estudiantes de 8vo año de Educación Básica: Lengua. Esa misma asignatura que me enseñó el gran Oswaldo Encalada y que, con el tiempo, se volvió una condición del ser comunicadora; una vocación que ahora comparto …


