Permítanme retornar a mi niñez. No recuerdo luces multicolores ni dibujos animados. Estoy en la casa de mis padres en Sígsig, un pueblito sano con sabor a Belén, junto a mis abuelos, hermanitos y dos tíos. La luz del pueblo es tan mala que hay que prender una vela para ver los focos. La tarde …


