Seré infidente. Contaré el milagro, no el santo. Un consejero provincial del Azuay intentó, creo, la tercera reelección. Pero el pueblo le dijo ¡ya basta! Lo encontré acongojado en su oficina del entonces llamado Consejo Provincial. Me dijo: “Mire, pero eso sí, en “in off”, no me duele tanto la derrota cuanto porque el sueldo …









