Desde una de sus esplendidas colinas que rodean el gran valle, el Cacique cañari, arrobado, miraba el maravilloso valle, que en aquel momento del año se encontraba repleto de flores como un manto amarillo refulgente y cuyo perfume cundía en brazos de una brisa fría y tenue, en la cual aleteaban colibríes en busca de …











