Las sociedades avanzan en la medida en que sus ciudadanos se involucran con profundidad en la búsqueda de soluciones a los problemas que las apremian. No existen fórmulas secretas ni salvadores providenciales: lo que sí existe —y siempre ha estado a nuestro alcance— es la capacidad de activar conversaciones honestas, propositivas y resilientes que fortalezcan …



