Las entidades del sector público no deben ser “agencias de empleo”, peor juntas de beneficencia para otorgar contratos, como los de consultorías por ejemplo, sin ser estrictamente necesarias, a favor de coidearios o amigos; o inventarse cargos con este mismo fin. Pero, lamentablemente, eso siempre ha ocurrido y sigue ocurriendo. De nada sirven las promesas …



