Llegaron descalzos, de rodillas, en bicicletas, caminaron en medio del frío de la madrugada y el sol intenso del día movidos por la fe. Recorrieron cientos de kilómetros desde Cuenca, pasando por pueblos y montañas, hasta llegar a Loja, con el deseo de reencontrarse con la sagrada imagen de la Virgen de El Cisne. El …











