Cuando el humo blanco irradió por la chimenea de la Capilla Sixtina, el cielo del Vaticano y de la ciudad de Roma, se anunció la nominación de un nuevo Papa, de nacionalidad americana, nacido en Chicago y obispo de Perú, en Chiclayo, en 2015, durante 18 años, por lo tanto, conocedor de la realidad latinoamericana y de sus necesidades.
Roberto Francisco Prevost, de 69 años, es el nuevo Papá, número 267, que dirigirá la Iglesia Católica, por algunos años más, y que ha elegido el nombre de León XIV, para su elevada y delicada misión, de este nuevo Pontificado!
Al parecer, la obra de arte de Miguel Ángel -El Juicio Universal- que preside desde lo alto la Capilla Sixtina, iluminó a los 133 cardenales, de 71 países -89 de ellos, que otorgaron su voto- por el elegido Papa, León XIV. Concluye un capítulo importantísimo de la Iglesia de Roma, luego de la muerte del Papa Francisco.
Como creyente, auguro para la Iglesia de Cristo, la dirección acertada e iluminada por el Espíritu Santo del Papa León XIV y tal como se conoce el perfil de este nuevo Pontífice, se presume que la Iglesia está en las mejores manos, en las del Papa Roberto Francisco Prevost. ¡Bien por nuestra Iglesia Católica! (O)