Pasado el mes de las últimas grandes lluvias paulatinamente y en consonancia cósmica, “como es arriba es abajo”, ante cielos limpios, cálidos y serenos, la tierra se viste de campos verdes y multicolor de flores, frutos y pájaros, con hermosos atardeceres y el día ganándole a la noche; cielos titilantes de estrellas y constelaciones como la Cruz del Sur aún visible sobre Ictiocruz, Cruzurku o Loma de la Cruz, y en la noche solsticial vertical sobre este hito ritual las primeras horas, para luego inclinarse hacia suroccidente y desaparecer, como vio Hernán Loyola V+.
En lenguaje esotérico salir del periodo de lluvias significa el triunfo de la luz sobre la oscuridad y el inicio de una temporada de progresiva luminosidad solar y afinamiento de la sensibilidad humana para las relaciones interpersonales y conexión con la naturaleza que tienen su máxima expresión en los ritos solsticiales, entre el 20 y 21 de junio y la noche de San Juan de la tradición cristiana, la víspera del 24 de junio. Así es junio, aunque acá casi siempre imprevisible, luminoso en el cielo y multicolor en la tierra, es ancestralmente identificado como mes de jardines y jardineros, mes de amantes y de bodas, de trascendencia de rituales vernáculas como la celebración solsticial; del verde y el oro como sus colores distintivos, verde de la naturaleza exuberante y el oro del sol deslumbrante; rosas, mentas, violetas y lavandas, el jazmín rojo y el incienso para aromatizar los hogares; y la miel, la especie diferencial en la dita, sus bondades sublimizado en la exaltación ¡luna de miel!
Muchas culturas del mundo conservaron la tradición de celebrar con hoguera la vigilia solsticial, celebración que trasciende y está presente en el imaginario colectivo, genuina reminiscencia o ritual de conexión cósmica, puesto que el universo y sus principios se expresan a través de los elementos naturales: aire, tierra, agua y fuego, componentes esenciales de los rituales que los pueblos atávicos hicieron parte de su cosmovisión, como las celebraciones solsticiales de los pueblos andinos. (O)