De diferente manera pero, a todos, nos impacta y estremece, nos convoca y compromete la marcha por el agua, como un llamado a la supervivencia y al compromiso, porque el agua es nuestra vida, razón y crisol de existencia e identidad, porque siendo vital e imprescindible es parte de nuestra historia, del paisaje, de vivencias y tradiciones y del acopio creativo de nuestros artistas también, como la canción “Corre Agüita Niña”, de Ulises Freire, de su proyecto musical “Nueva humanidad”, que estos días suena en las redes y será cantada en la marcha integrando una propuesta de los artistas cuencanos.
“Corre agüita niña, desde el cerro a la ciudad / Corre agüita niña, que la siembra va a empezar…”, en ritmo híbrido, entre Tonada y San Juanito, profunda, poética y popular que, como se dice en el lenguaje de aceptación del público, “que pega” y sacude y motiva, característica a las canciones de Ulises, toda la vida componiendo e interpretando un estilo de trova, música alterativa como lo llama, que altera el conformismo del enfoque social de la cotidianidad, porque “pincha” e incita a cuestionar los pequeñas grandes detalles de la vida que hacen la diferencia, como es la conservación y el cuidado del agua nuestra -de todos los días-, desde sus fuentes allá en los páramos que, como un marco multiforme-multicolor, rodea Cuenca configurando un entorno de inusual belleza, otra de las maravillas de esta ciudad con destino cosmopolita que hoy se convoca, hace una pausa activa, alegre y decidora, para exponer al mundo su decisión inquebrantable de defender su agua, desde sus fuentes, de los peligros de la contaminación minera. “Vuela agüita hermosa, cielo, viento, tierra y mar/ Con alitas de arco iris, jugaremos a pintar…/ Eres fuente de alegría, Corazón, canción y amor…”
Por qué la identificación con una niña, “Agüita Niña”, porque es ternura en su máxima expresión y belleza en su estado puro. ¿Existe más pureza, ternura y bondad que en el espíritu infantil?, así la agüita, ella, desde las esponjas del páramo, manantiales, lagunas, cascadas, riachuelos y ríos, es puro movimiento, pulsión, libertad y ritmo que invita… “Corre agüita, corre agüita niña, En sol y lluvia a chapotear/ Que la vida es nuestra fiesta / Ven que vamos a danzar…”, parafraseando diríamos, ven, que te vamos a cuidar. (O)