Regresa la calma, por ahora

¡Al fin! Luego de casi un mes de paralizaciones, las organizaciones anunciaron el levantamiento del paro por la eliminación del subsidio al diésel. Fueron días caóticos y llenos de dolor. Según los dirigentes sociales, tres ecuatorianos perdieron la vida durante las manifestaciones. Las pérdidas son cuantiosas y tomará meses recuperarse.

Durísimo ver imágenes de peleas entre los mismos ciudadanos. Unos intentando abrir sus negocios y otros luchando por los derechos adquiridos. Todavía hay sectores que viven en pobreza extrema y que necesitan atención mediante programas sociales.

Me hago una pregunta. ¿Qué culpa tienen los exportadores de flores ante una decisión política? ¿O qué le decimos al ciudadano que perdió su camión en un convoy humanitario que llevaba productos a Imbabura? Los productores de leche tuvieron que botarla en las calles porque se dañaba. En otras ocasiones se han cerrado pozos petroleros.  

¡Por supuesto que hay que atender sus necesidades! Pero auto inmolar a toda una población con el pretexto de oponerse a las medidas de un gobierno es gravísimo. Los únicos fregados somos los ciudadanos de a pie. En serio, ya estamos cansados. Cerrar las vías se ha vuelto un deporte olímpico. Y mientras las llamamos “vías del desarrollo”, seguimos retrocediendo.

Es un círculo. Desde 2019 vivimos estos episodios. Cuando el país medio intentaba levantarse, llegó la pandemia. Apenas se empezaba a reactivar la economía, vino el paro de 2022. Tres años después, lo mismo otra vez. Ya por el bien del Ecuador. Dejemos las diferencias políticas, dialoguen, negocien, pero no incendien el país. ¡Viva la patria! (O)

Lcdo. Santiago León

Comunicador Social. Consultor en comunicación de gobiernos locales y opinión pública. Creador de contenido digital enfocado en la comunicación municipal.

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