
En un costado de la plaza central, en un espacio visible para todos, resalta una urna con la escultura de San Lucas sentado sobre un toro. La imagen, venerada por propios y extraños, es lo más apreciado que tiene la parroquia Llacao, ubicada al norte de Cuenca.
La localidad que limita con el cantón Déleg, de la provincia del Cañar, cumplió el pasado mes de mayo 164 años de emancipación política. Lo festejó a lo grande con la participación de toda su población.
Precisamente, su gente destaca por su carisma, educación y solidaridad porque siempre están dispuestos a colaborar cuando se trata de apoyar a un vecino o buscar mejoras para bienes de la parroquia. Son tan devotos de San Lucas y de la Virgen de El Cisne que gran parte de sus hombres y mujeres llevan estos nombres junto con otros como Lucas Gabriel, María del Cisne, Nayeli del Cisne, y más.

Llacao con una variedad de atractivos
Walter Quito, presidente de la Junta Parroquial de Llacao, resalta los atractivos que tiene la parroquia como la iglesia matriz, la gruta de Ripichala, la planicie del cerro Pachamama, el sendero por el Qhapaq Ñan (Camino del Inca), entre otros.
Asegura que muchas personas llegan, especialmente los fines de semana por las noches para realizar caminatas por al menos cuatro rutas para ascender a la planicie del Pachamama. Desde este lugar, se observa una panorámica de otros lugares del cantón.
Asegura que una de las virtudes de Llacao es la tranquilidad que se siente por sus calles donde se observan casas antiguas con sus portales y tejados adornados con cruces que simbolizan la paz dentro de los hogares. También sobresale la casa pastoral que hace poco tiempo fue restaurada con el apoyo de las comunidades.
La gastronomía es parte de los atractivos

En la parroquia hay una deliciosa gastronomía preparada por sus pobladores, quienes realizan la fritada, el sancocho, las tortillas de maíz, el pan en horno de leña, entre otros platos.
Natalia Brito, quien es la cholita Llacaoense y cholita Confraternidad del cantón Cuenca, se refirió a cada una de estas delicias, principalmente al pan en horno de leche que, según dijo, se diferencia por su sabor de otros que se preparan en otras localidades rurales.
Las festividades religiosas son una característica de Llacao, sobre todo, las patronales que se realizan cada año a mediados de octubre que reúnen hasta los migrantes que regresan de los Estados Unidos (EE.UU.). Las contradanzas, la quema de castillos y juegos populares no pueden faltar.
Rosa Cabrera, vocal de la Junta Parroquial de Llacao, aseguró que en estas fiestas participan alrededor de 20.000 personas durante los seis días que duran. Incluso, para esas fechas se efectuará un sorteo de un vehículo tras la venta de boletos que servirán para reunir los recursos necesarios con el fin de restaurar la iglesia.
En la zona hay gran expectativa por desarrollar el turismo porque tienen varios atractivos que todos, incluyendo los extranjeros podrán descubrir. -(I)
DETALLES
– 164 años de emancipación política cumplió el pasado mes de mayo la parroquia.
– Para llegar a la localidad existen tres accesos principales, uno por Ricaurte y dos por la Panamericana Norte.
– Pobladores de otras parroquias llegan a Llacao para venerar a la imagen de San Lucas, patrono del lugar.
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