Nombramientos cuestionados

Los recientes nombramientos realizados por el presidente Daniel Noboa para cargos importantes han causado resquemores e indignación. Muchos, hasta dudan de su anticorreísmo.

Personajes, de corazón entregados a aquella corriente política, defensores a ultranza de su líder, ocupan ahora funciones claves, como la gerencia de los medios públicos, cuya venta, tan pregonada por gobiernos anteriores, no parece ser el objetivo real; al contrario, utilizarlos para la propaganda oficial.

Si esa designación dio lugar a críticas severas, tampoco se libró la de quien, desde este lunes, es la vocera del gobierno, en cuya hoja de vida consta haber sido, si no militante, sí, funcionaria, defensora y asesora del régimen, al cual, teóricamente, combate el presidente y su movimiento político.

Tal como se comenta, ella reemplazaría a los ministros de Estado y a otros altos funcionarios gubernamentales cuando los medios requieran información. Hasta podrían ser desautorizados para, por ejemplo, conceder entrevistas. ¿La razón?  Una posible estrategia de comunicación, propio de regímenes autoritarios, en la cual, las ungidas para esos cargos tienen experiencia, precisamente por haber trabajado para un gobierno enemigo de la prensa independiente.

No han explicado las razones por las cuales dejaron, si es cierto, su antigua militancia política o simpatía. Peor el presidente.

Si eso ha causado urticaria, también lo es la llegada al gobierno – en calidad de “operador”, dicen – de un abogado exdefensor del expresidente condenado por la justicia, además de exasambleísta.

Por el bien del Ecuador, ojalá Noboa no esté arriesgándose a criar cuervos.

Otra potencial designación, llena de cuestionamientos por existir conflictos de intereses económicos, es la del nuevo director general del IESS. El escogido, por decoro propio, debería dar un paso al costado.

El país merece una explicación del propio presidente. Quien mal comienza, mal termina.

REM

REDACCION EL MERCURIO

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba