Desde la pandemia de la COVID-19, en 2020, la producción petrolera en el país ha venido cayendo; pese a esto, los discursos de las autoridades gubernamentales se han centrado en ofrecer un aumento, aunque en la práctica, poco o nada han hecho para lograr este objetivo; si la situación continua así, lo expertos consideran que, en lugar de aumentar, las cifras seguirán a la baja.
Según el historial de la producción petrolera del Ecuador, en estos cinco años se pasó de 531 mil barriles de petróleo diarios (bpd), en 2019; a 475 mil bpd en el 2024; en el año actual, según el reporte de la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos del 2 de diciembre del 2025, se ubica en 465 mil bpd.
Estas cifras a la baja se dan pese a que, los gobiernos de turno constantemente han ofrecido incrementar la producción petrolera; el expresidente Guillermo Lasso habló de llegar a 1 millón de bpd; mientras que el actual Régimen propuso acabar el 2025 en 500 mil bpd, lo cual, difícilmente cumplirá en los 27 días que le quedan al año.
¿Dónde está el origen del problema?
René Ortiz, exministro de Energía, considera que, tras la pandemia, Ecuador enfrentó una crisis de infraestructura en tres áreas: refinación, transporte y producción petrolera.
“Los campos, que producen el petróleo; los oleoductos, que transportan el crudo; y las refinerías, que dan combustibles; están viejos y obsoletos, no son un negocio productivo; necesitan nueva tecnología, pero, esta cuesta mucho”, afirmó Ortiz
Con esta visión coincide el experto energético Darío Dávalos, quien considera que el Estado no cuenta con los recursos para invertir en el aumento de la producción, sobre todo en los campos maduros, por lo que, se necesita de la inversión privada, que no llega, por falta de garantías y reglas claras; además de pocos incentivos para invertir a alto riesgo.
Las soluciones
Para Pablo Noboa, exgerente de Petroecuador, existen cuatro fases que se deben seguir para lograr que Ecuador, como lo han ofrecido tantas veces los gobernantes, finalmente incremente su producción petrolera.
En una primera fase, el experto habla de la estabilización de la producción petrolera, es decir, lograr que, mientras no se logre aumentar la cifra, por lo menos, se merme la caída, esto implica, en primer lugar, un plan de estabilidad de Petroecuador: dejar de cambiar de gerente cada seis meses.
Esta fase también incluye la adecuación de campos y la implementación de un plan de infraestructura emergente para los oleoductos que, continuamente se paralizan por desastres naturales.
En una segunda fase, según Noboa, está la recuperación de los campos maduros, para lo cual se requiere de la tecnología actual de la que habla René Ortiz; con esto el país podría volver a los 530 bpd que producía en 2019.
La tercera fase se relaciona con abrir la frontera petrolera, con nuevas rondas como la Intracampos III, que el Gobierno lanzó el 19 de noviembre del 2025, con la que se propone incrementar la producción en hasta 12 mil pbd.
Una cuarta fase, para el experto, se puede buscar solo una vez que la producción se haya estabilizado; consiste en la revisión de los contratos, para que las empresas incrementen su producción.
“Solo así podemos hablar de un futuro petrolero, caso contrario, los días están contados, la producción petrolera ecuatoriana sigue cayendo y lo seguirá haciendo; a esto se suma que cada año más pozos del ITT se cerrarán, por decisión de una consulta popular”, afirmó Noboa.
Transformación de Petroecuador
David Almeida, exdirigente sindical de Petroecuador, considera que, mientras los intereses particulares primen en la empresa estatal, sin que exista una política hidrocarburífera clara, lo más seguro es que la producción de crudo, en lugar de incrementarse, seguirá cayendo.
“El objetivo principal debería ser que la producción de petróleo sirva para abastecer a la demanda de combustibles interna, para eso se requiere producir crudo, tener refinerías adecuadas y un sistema de transporte óptimo, pero, ninguno funciona adecuadamente y lo que se prima es la importación de combustibles, porque hay intereses particulares de por medio”, señaló Almeida.
Antes de terminar su período como ministro, en 2020, René Ortiz tenía listo un proyecto para transformar a Petroecuador en una compañía por acciones, como funciona Petrobras en Brasil y Ecopetrol en Colombia; con lo que, tendría acceso al mercado a los capitales internacionales, que le permitiría obtener recursos modernizarse, pero, con su salida, el proyecto no se continuó.









