Cada mañana, antes de que el sol se levante del todo sobre los tejados de Cuenca, una voz familiar se deja escuchar en las esquinas en distintas calles de la ciudad, “¡El Mercurio, El Mercurio!”. Es la voz de Rosa Carchipulla, una mujer de 81 años que desde hace cuatro décadas recorre las calles de …









