El cambio climático, la sequía, los devastadores incendios forestales que consumen frondosos bosques, montañas etc. la grave crisis política, económica, social, ética y moral, cubren con su funesto manto nuestro querido país. Ante la lacerante realidad antes descrita, mis ojos cotidianamente ven pasar por las siniestras callejuelas de ciudades y pueblos del Ecuador, los espíritus …











