Terror y caos en las Filipinas

DE HISTORIA EN HISTORIA Bridget Gibbs Andrade

OPINIÓN|

En 1966, los Beatles estaban de gira por Asia. La última parada era Manila, Filipinas, que vivía bajo la dictadura de Ferdinand Marcos. La seguridad que el gobierno les proporcionó era la misma que se les daba a los jefes de Estado. La esposa de Marcos, Imelda, invitó a los Beatles a desayunar al día siguiente en el Palacio Presidencial. Ellos habían dado un concierto en Tokio el día antes y estaban muy cansados luego de los dos conciertos el mismo día en Manila, y declinaron amablemente la invitación.

Lo que no sabían es que los Marcos no aceptaban un “no” como respuesta. El manager de la banda encendió el televisor para ver imágenes del concierto del día anterior, y vio algo terrible. Imelda había utilizado su poder mediático para vengarse, en todos los canales se veían 200 niños hambrientos con platos vacíos, que no pudieron entrar al banquete ya que se había cancelado porque la banda nunca llegó. Se les había avisado que sólo estaría la familia Marcos, claramente lo de los 200 niños fue una patraña. Pero aún vendría lo peor.

Esa noche, encerrados en el hotel, luego de que recibieran amenazas de muerte, no pudieron pegar los ojos. A la mañana siguiente, los periódicos decían que habían humillado al país, y decidieron en ese momento abandonarlo. Al bajar de sus habitaciones, no había nadie en el hotel y los coches que habían rentado habían desaparecido. Consiguieron un taxista que los llevó hasta el aeropuerto. Al llegar, una multitud los esperaba y los empezaron a golpear. Ringo cayó al suelo, a George le escupían y John y Paul se escudaron detrás de unas monjas que subían al avión. Pensaron que ya estaban a salvo cuando unos militares ingresaron al avión exigiéndoles que paguen un impuesto (inventado) para poder salir del país. El toque final de esta espiral de terror, lo pondría el hijo de Marcos, que dijo como venganza: “Me gustan más los Rolling Stones”.

John Lennon estaba furioso y dijo: “No vuelvo a arriesgar nunca más mi vida, se acabaron los conciertos”. Pero tuvieron que dar uno más, su último, en San Francisco, en 1966, ya que de no hacerlo pagarían un millón de dólares.

Eventualmente, lo sucedido en Manila y la muerte de su manager terminaría por separar a la banda. Y fue en la azotea de su casa discográfica, donde tocaron juntos por última vez.  (O)