Unesco: El riesgo de ciberacoso de los escolares aumenta con el confinamiento

El aumento del tiempo que han pasado delante de las pantallas los escolares durante los confinamientos por el coronavirus y la falta de estructuración de ese tiempo han aumentado el riesgo de que sean víctimas de ciberacoso, advirtió la Unesco.

En una conferencia con motivo del primer Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, la Unesco recordó que uno de cada tres alumnos en el mundo han sufrido acoso, con consecuencias «devastadoras», como peores resultados académicos, el abandono escolar, pero también problemas de salud física y mental y que en casos extremos puede llevar a la muerte.

La asociación e-Enfance indicó, a partir de un estudio realizado durante el confinamiento de la pasada primavera en Francia, que el número de denuncias por ciberacoso se incrementó en un 30 %. Situaciones a las que están particularmente expuestos los adolescentes.

La conferencia, que se celebró en línea, contó con la participación de ministros de educación de los países del G7 y con la de la primera dama de Francia, Brigitte Macron.

El ministro francés, Jean-Michel Blanquer, habló de las redes sociales y de cómo pueden ser un instrumento de radicalización, al referirse al caso del joven terrorista checheno que el 16 de octubre mató al profesor de secundaria Samuel Paty hace un mes en una escuela de Conflans-Saint-Honorine, en la región de París.

«El acoso y la incitación al odio en línea son cada vez más frecuentes y en Francia estamos desarrollando una técnica que se basa en diversificar los ángulos de ataque para encontrar a los que lo fomentan», contó Blanquer, que pidió al resto de países que se unan contra esta «lacra».

«Ya nos hemos puesto en contacto con las plataformas digitales para hacer posible la identificación de comportamientos violentos. Incidiremos más en la educación a los niños y a la población en general», explicó Banquer.

«Por desgracia el confinamiento no ha hecho más que empeorar las cosas porque ahora los acosadores actúan en línea y con mucha más impunidad», dijo Brigitte Macron, que insistió en que los insultos y la ignorancia no representan en absoluto a la escuela y en que «la violencia es la antítesis a la enseñanza».

El objetivo del encuentro era crear una dinámica mundial para acabar con la violencia en la escuela y pedir a todos los actores implicados sensibilizarse mediante el intercambio de buenas prácticas y la movilización de gobiernos y representantes de la comunidad educativa.

«Los insultos suelen dirigirse a los que más se aíslan del resto de alumnos, lo que contribuye a que se encierren aún más», comentó la ministra de educación italiana, Lucia Azzolina, que propuso un modelo de educación que implique aún más a los padres para que puedan detectar rápidamente el acoso.

En la misma línea, su homólogo argentino, Nicolás Alfredo Trotta, reconoció que aún queda mucho por hacer en este campo e incitó a que todos los gobiernos hagan aún más visibles esas situaciones: «Es un problema común en todo el mundo a ciertas edades, por ello debemos unirnos». EFE