Teatro

Catalina Sojos

Olvidemos, por ahora, el ridículo espectáculo armado por el CNE y su debate presidencial y centremos nuestra atención en cosas serias, y es que es indispensable la nostalgia para volver a soñar y actuar en consecuencia. Nos referimos al arte teatral que celebró, sin pena ni gloria, su día mundial; entonces recurrimos a Hellen Mirren cuyo discurso oficial pone de manifiesto la terrible crisis en la que se encuentran actrices, tramoyistas directores y demás integrantes tan estigmatizados económicamente. Y acudimos a la memoria para aplaudir, una vez más, su trabajo; definitivamente el teatro vivirá mientras habitemos en este planeta.  ¡Nunca como hoy la importancia de contar nuestras historias! evidenciar esta pandemia y sus disfraces y seguir tramando en la imaginación con las nuevas y temporales formas de comunicar. Queremos creer que este espacio mudo se terminará, entonces volveremos a reír a carcajadas y a llorar todas nuestras lágrimas gracias a los teatreros. Los espectáculos del mundo no han terminado y Juan Andrade, Pancho Aguirre, Pilar Tordera, Mabel Petroff, las Juanas Guarderas y Estrella y tantos otros (imposible nombrar a todos en este espacio) volverán a salir con todas sus galas. Hasta mientras el zoom, el aforo con distancia y la resiliencia nuestra son emergentes. ¡Feliz espera, amigos! En poco tiempo, una vez más, el telón se levantará y estrenaremos nuevos sueños. (O)