Cuenca retos y respuestas

Carlos Castro Riera

Cuenca con sus 465 años de fundación tiene que asumir con firmeza la decisión de construir su destino con identidad propia. El centralismo no puede seguir imponiendo políticas de marginación, o que arrasen con el patrimonio natural y los recursos hídricos, frenen el desarrollo turístico o desmantelen la industria local liberando el control de calidad de productos importados o nos arrastren por la pendiente de la corrupción, la inseguridad y relaciones de nuevo colonialismo con el poder central.

Tenemos el deber de reposicionar a Cuenca en el contexto nacional y para ello necesitamos de voces que señalen un nuevo rumbo para el país y primero contra la corrupción y la impunidad, los pactos políticos sucios entre los mismos de siempre y condenar tanta arbitrariedad, cinismo y sinvergüencería. No pueden acostumbrarnos a vivir en un ambiente mafioso infestado de basura política donde se hacen leyes para enriquecer a pocos y hasta para legitimar el retorno de capitales de origen oscuro con simples declaraciones tributarias.

Para ello la ciudadanía y las autoridades, debemos preocuparnos por tener las mejores escuelas, colegios y universidades del país, escoger el camino del desarrollo de las artes y las expresiones culturales, ser una luz en medio de tanta oscuridad y mediocridad. Construyamos una comunidad donde la limpieza y salud integral sea la consigna, con los mejores servicios públicos y que lleguen a todos, con aguas y aire limpios, recobremos la soberanía alimentaria, protejamos a la artesanía y manufactura y realicemos el derecho a la ciudad con democracia.

Urge plasmar estos conceptos en el ordenamiento territorial, no debe dilatarse más la protección de los páramos, bosques y fuentes de agua, así como sentar las bases para la gestión integrada e integral de las cuencas hidrográficas para prevenir los riesgos. Todo esto es posible hacer si se logra una mínima unidad y confluencia en una plataforma común solo mirando por los intereses de Cuenca y sobre todo desde la convergencia de las organizaciones cívicas ciudadanas.

Cuenca no puede seguir en el inmovilismo y las actitudes diletantes, siendo urgente convocar a un diálogo para concertar acciones para enfrentar el trato injusto del centralismo agobiante y arbitrario. (O)