Recordando a un maestro

Tito Astudillo y A.

Recordar, reconocer, agradecer y exaltar, hacen la diferencia en la condición humana, y existen momentos muy especiales en la vida de cada persona, oportunos para hacerlo, como cuando se cumplen noventa años de ejemplar existencia como ser humano, como médico, como maestro y amigo. Es el caso del doctor Augusto Moreno Peña, recordado catedrático de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Cuenca, Cirujano y Urólogo de los hospitales “San Vicente de Paul”, Militar y “Santa Inés”, espacios desde los que guio los pasos de muchas generaciones de médicos cuencanos.

Fui su alumno y el recuerdo de su magisterio está ligado a la antigua Facultad de Medicina, ese templo de eruditos maestros, quizá la última generación de protomédicos cuencanos, galenos de vocación, formación y convicción que anteponen su humanismo en la atención a los pacientes. A esa romántica casona frente al Barranco, junto al viejo hospital “San Vicente de Paul” en cuyos solemnes pasillos, salas y quirófano recibimos su cátedra; tan humana, científica y solidaria, porque la solidaridad con los más necesitados caracterizó su práctica médica, en la línea de Vicente Corral Moscoso, su “Maestro” como lo llama, quien hizo de la medicina una “Escuela” de servicio solidario. Especializado en Cirugía General y en Urología se desempeñó como jefe de Cirugía en el Hospital Militar, Cirujano y Urólogo del hospital “San Vicente de Paul”, médico, de los fundadores, y presidente de la Clínica de Especialidades “Santa Inés” hoy Hospital “Santa Inés”. Profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cuenca.

Hombre de amplia cultura, Augusto Moreno Peña, polifacético en sus afinidades, aficionado a los gallos, a la cabalgata, a la agricultura y ganadería, al deporte, a la lectura y a la música; tocar el bandoneón con el virtuosismo aprendido con su amigo, el recordado, doctor Vicente Pérez era una distracción preferida. Aún resuelve consultas de sus exalumnos y se mantiene actualizado en los diferentes campos de la ciencia y las artes, sobre todo en medicina por medio internet y la lectura. Su tradición médica familiar continúa en sus nietos Pablo Andrés, Daniel Ismael, Ana Victoria y Sofía. (O)