La música y el cerebro

Marco Carrión Calderón

Una excelente noticia para los amantes y aficionados a escuchar la música clásica es el descubrimiento realizado hace algún tiempo por la Universidad de Helsinki sobre el hecho de que escuchar con frecuencia este tipo de música activa los genes asociados con la función cerebral y ayuda a prevenir los trastornos neurodegenerativos como son las enfermedades de Parkinson, Alzheimer, etc. Se activa la producción de dopamina, mediador químico que influye poderosamente en el ánimo y bienestar corporal y personal. Se ha demostrado que escuchar música clásica con frecuencia aumenta la capacidad de aprendizaje y la memoria, así como la neurotransmisión sináptica (comunicación entre las células del cerebro o neuronas).

Escuchar música es una compleja función cognitiva que provoca cambios en el cerebro, tanto en las células de ese órgano (neuronas) como en su funcionamiento. Todavía no se conoce los efectos a nivel molecular. Hasta ahora se sabía que escuchar música representa una compleja función cognitiva del cerebro que provoca varios cambios neuronales y fisiológicos,

Se ha investigado los cambios genéticos producidos por la música clásica, y para ello se analizó la sangre de un grupo de 48 personas antes y después de escuchar el Concierto para violín número 3 de Mozart. Se concluyó que escuchar música clásica con frecuencia aumenta la actividad cerebral de forma muy significativa mejorándola notablemente. Asimismo, contribuye a hacer menos activos los genes involucrados en la degeneración del cerebro y del sistema inmune, lo que disminuye el riesgo de contraer enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o la demencia senil, según los científicos.

«Los efectos genéticos se detectaron sólo en los participantes que son muy aficionados a la música o músicos profesionales, lo cual destaca la importancia de que la música sea algo muy familiar», explican los autores del estudio. Es evidente que para ser aficionado a esta expresión artística se necesita escucharla cada vez más, no se nace con ella, influye el ejemplo también y en buena medida; aquí el rol de los padres y la familia, así como de los profesores y unidades educativas es fundamental. (O)