Ecuatorianos en frontera de México recomiendan a sus compatriotas no migrar

Migrantes ecuatorianos varados en la frontera sur de México recomendaron este jueves 16 de febrero a sus compatriotas no migrar por el país porque los trámites para regularizar su tránsito y estancia están estancados.

Cientos de ciudadanos de Ecuador, al igual que de otros países, están varados en Tapachula, en el límite de México con Guatemala, porque las autoridades mexicanas les dan documentos que solo sirven para permanecer en el estado de Chiapas, pero les impide avanzar hacia el norte.

La ecuatoriana Aurora Jayak, quien es comerciante de frutas en su país, señaló a EFE que este viaje es complicado y pidió a los migrantes que no arriesguen sus vidas porque llegar a Estados Unidos «no es tan fácil» como le contaron otras personas.

La mujer contó que salió de Ecuador para huir de las mafias y buscar seguridad, pero en el sur de México no hay condiciones para trabajar y deben esperar meses para sus trámites migratorios.

“Porque ahora los migrantes no se pueden mover de Tapachula, los que evaden los controles se demoran días para llegar a Arriaga (el siguiente punto de control), que está a dos horas en autobús», dijo.

Jayak, de 33 años, contó que ella salió con su esposo, cuñado y dos compañeros de viaje, quienes salieron de su país con 1.500 dólares cada uno, pero ahora se les ha terminado el dinero tras padecer extorsiones de la policía en los diversos países que atravesaron.

«Nosotros nos vamos a regresar a Ecuador, veníamos en un grupo bastante grande, pero en el camino se van desintegrando porque no tienen dinero”, añadió.

Su caso refleja un incremento exponencial de la migración de Ecuador en México, que detectó 22.156 ecuatorianos en situación irregular en 2022, un aumento de 1.500 % frente a los 1.384 de 2021, según la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Otra historia similar es la de María Fernanda, de 35 años, quien viaja con tres niñas y su esposo.

En Ecuador era vendedora ambulante en los semáforos, pero al llegar la pandemia cayó en la pobreza y padeció la extorsión de las pandillas.

Con un bebé en brazos, narró que se arriesgó a salir de Ecuador, porque no tenía dinero, un problema que se ha agudizado tras llegar a México.

“Sigo luchando en Tapachula y seguiré hasta que pueda salir e ingresar a Estados Unidos, aquí está duro, nosotros estamos durmiendo en la calle, no tenemos nada, ni cobijas, ropa, aquí nos cierran las puertas y no tenemos nada de comida”, lamentó.

La región vive un flujo migratorio inédito con 2,76 millones de indocumentados detenidos en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022. EFE

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