Bueno, tal parece que los “muchachos” de la Tri son bien obedientes. Así lo dispuso el presi Noboa y los futbolistas se fueron a “farrear” en la Yoni. Y no cualquier farra. De esas fiestitas regulares. No. Los seleccionados se fueron a bares y cabarets a pasársela bonito. Usted sabe, era día de descanso y había que distraerse sanamente.
A qué deportista le va caer mal irse a un cabaret a botar fajos de billetes encima de mujeres que trajes muy diminutos que dejan poco a la imaginación. Qué de malo tiene separar un espacio en un bar para estar relajados con amiguitas y panitas tomando alguna copita de vino sin alcohol. Plan zanahoria. ¡Hay que ser responsables!
A ver. A nadie le importa que estos pelados, que ganan millones, se distraigan como les guste. Es más, tienen todo el derecho de gastarse la plata en cualquier antojo. Lo que sí calienta es que muestren por redes sociales sus bacanales. Acá nada de clases de moral, porque tampoco la tengo para criticarlos.
Pero, hay una camada de jugadores que aspiran a ser tan grandes para ocupar un puesto en la selección. Aspiran jugar un partido de talla internacional y mostrar al mundo de los virtuosos que son. Sin embargo, les llega la fama y se jode. Lo primero en gastar cuando les cae el mensual es comprarse unas bestialidades de carros, anillos, cadenas, celulares de alta gama, zapatos de diseñador y otros artilugios para andar con buena cachina.
La vida social que llevan algunos jugadores es muy ajetreada. Los fines de semana andan por las mejores discotecas acompañados de amiguitas chupando los mejores tragos. Más tarde se pegan semejantes choques y no les importa nada. Salen campantes esperando que los abogados de los clubes se encarguen de defenderlos. Inclusive algunos han sido vinculados con el narco.
¡Pilas! La vida profesional de un futbolista pasa cuete. Antes de darte cuenta están sobre los 28 años y empieza el descenso. Hay pocos quienes se pusieron pilas y han continuado con su profesionalismo siendo técnicos o manejando sus negocios vinculados al deporte. Supieron aprovechar su talento. Otros en cambio disfrutarán del momento y seguirán siendo la causa de titulares bochornosos y vergonzosos. (O)