Autismo en Ecuador: 4.179 estudiantes del sistema público tienen este trastorno

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo cuyo origen aún no se ha definido en el mundo, pero está asociada a la consecuencia de una secuela por problemas congénitos, hereditarios o causas perinatales.

Según cifras del Ministerio de Educación, en 2024 un total de 4.179 estudiantes tiene autismo dentro del Sistema de Educación Público.

Las cifras fueron compartidas este martes 2 de abril, Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) celebra este día con el objetivo de «reafirmar y promover la plena realización de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas autistas en igualdad de condiciones con las demás». 

Cifras del autismo en Ecuador

En Ecuador, en 2017, la prevalencia aproximada de personas con este trastorno fue de 0,28 %, para niños menores de 5 años.

Sin embargo, al no disponer información suficiente las cifras podrían variar en la actualidad.

De acuerdo con la organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de afecciones diversas.

Estas se caracterizan por algún grado de dificultad en la interacción social y la comunicación.

Otras características que presentan son patrones atípicos de actividad y comportamiento, por ejemplo:

  • Dificultad para pasar de una actividad a otra
  • Gran atención a los detalles
  • Reacciones poco habituales a las sensaciones

Las capacidades y las necesidades de las personas con autismo varían y pueden evolucionar con el tiempo.

Aunque algunas personas con autismo pueden vivir de manera independiente, hay otras con discapacidades graves que necesitan constante atención y apoyo durante toda su vida.

El autismo suele influir en la educación y las oportunidades de empleo.

Además, impone exigencias considerables a las familias que prestan atención y apoyo.

Las actitudes sociales y el nivel de apoyo prestado por las autoridades locales y nacionales son factores importantes que determinan la calidad de vida de las personas con autismo.

Las características del autismo pueden detectarse en la primera infancia, pero, a menudo, el autismo no se diagnostica hasta mucho más tarde.

Las personas con autismo presentan a menudo afecciones comórbidas como:

  • Epilepsia
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Trastorno de déficit de atención
  • Hiperactividad
  • Comportamientos problemáticos, como dificultad para dormir y autolesiones

Además, el nivel intelectual varía mucho de un caso a otro, y va desde un deterioro profundo hasta casos con aptitudes cognitivas altas.

Aunque no existe una procedencia única del autismo, está asociada a la consecuencia de una secuela por problemas:

  • Congénitos
  • Hereditarios
  • Causas perinatales.

El autismo en el mundo

El Centro de Control de Enfermedades indicó que la prevalencia del TEA, en el año 2000, fue 1 de cada 154 niños menores de 8 años (0,6 %).

Por su parte, en el 2012, la OMS, afirmó que existe una prevalencia media de autismo de 62 personas por cada 10.000 habitantes.

La prevalencia fue de 1,6 %, sin embargo, se estima un incremento de niños con trastorno del espectro autista, de aproximadamente 1 de cada 60 niños (1,7 %).

A nivel de Latinoamérica, en el 2016, fue 1 de cada 54 niños, con una frecuencia de 4.3 veces mayor en niños que niñas. En México fue 1 de cada 115 niños.

En Norteamérica, en 2017, Estados Unidos registró 80 casos por cada 10.000 niños, siendo la octava prevalencia más alta, según refiere el CDC de 2020.

Evaluación y atención del autismo

Desde la primera infancia y durante toda la vida, el acceso oportuno a intervenciones psicosociales tempranas puede mejorar la capacidad de los niños con autismo para interactuar socialmente.

Se recomienda incluir el seguimiento del desarrollo infantil en la atención sistemática a la salud de la madre y el niño.

Una vez diagnosticado el autismo, es importante que se les ofrezca al niño o adolescente con autismo y a su familia información y servicios pertinentes, derivación a especialistas y ayudas prácticas.

Las necesidades de atención de salud de las personas con autismo son complejas y requieren una serie de servicios integrados, que abarcan la promoción de la salud, la atención y la rehabilitación.

Es importante la colaboración entre el sector de la salud y otros sectores, en particular los relacionados con la educación, el empleo y la asistencia social.

Derechos humanos para personas con autismo

Todas las personas, incluidas las que padecen autismo, tienen derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.

Sin embargo, las personas con autismo a menudo son objeto de:

  • Estigmatización
  • Discriminación

Esto incluye la privación injusta de atención de salud, educación y oportunidades para participar en sus comunidades.

Las personas con autismo tienen los mismos problemas de salud que el resto de la población, pero pueden tener además otras necesidades asistenciales especiales relacionadas con el autismo u otras afecciones comórbidas.

Pueden ser más vulnerables a padecer enfermedades no trasmisibles crónicas debido a factores de riesgo como inactividad física o malas preferencias dietéticas, y corren mayor riesgo de sufrir violencia, lesiones y abusos. (I)

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Fabian Campoverde

Periodista multimedia y creador de contenidos digitales con una maestría en Comunicación Estratégica Digital. Especializado en temas de seguridad, cultura, crítica teatral y música. Escribe sobre viajes, arqueología e historia.

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