La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) clausuró dos locales de venta de alimentos en la zona de la Terminal Terrestre de Cuenca, tras detectar la presencia de cucarachas y condiciones inadecuadas de higiene.
Según la Gobernación del Azuay, se inspeccionaron 22 establecimientos en total. Paralelamente, la Policía Nacional realizó controles a personas que ingresaban al recinto, como medida de prevención frente a posibles actos delictivos.
En el operativo también participaron la Guardia Ciudadana de Cuenca (GCC), la Empresa de Movilidad (EMOV EP) y el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae).
Comercializar alimentos sin cumplir los estándares sanitarios puede constituir un delito contra la salud pública. De acuerdo con el artículo 217 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), quien contamine productos destinados al consumo humano y represente un riesgo para la vida o integridad de las personas será sancionado con prisión.
La Ley Orgánica de Salud (LOS), en su artículo 145, establece que los alimentos deben mantenerse en condiciones higiénicas desde su producción hasta su venta. Las autoridades competentes están facultadas para decomisar productos en mal estado e incluso clausurar establecimientos reincidentes.
Adicionalmente, el Reglamento Sanitario de Alimentos exige que quienes manipulan o expenden alimentos estén capacitados en prácticas higiénicas y cuenten con los permisos vigentes. La ausencia de estos requisitos puede dar lugar a sanciones administrativas o judiciales.
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