Cuenca se moviliza, pero no todos se movilizan igual ni pagan el mismo precio por hacerlo.
Los resultados del Informe de Calidad de Vida y la Encuesta de Percepción Ciudadana Cuenca Cómo Vamos 2025 dibujan una ciudad donde el transporte público —con el bus como eje y el tranvía como parte del sistema— sigue siendo la columna vertebral de la movilidad; el vehículo privado mantiene una alta valoración y el tranvía es bien recibido, aunque su cobertura sigue siendo limitada.
Modalidades de transporte
El 52,2 % de los cuencanos se moviliza principalmente en bus, muy por encima del vehículo privado (32 %).
Esta cifra confirma que el transporte público no es un tema marginal, sino un servicio esencial para más de la mitad de la población.
La percepción, sin embargo, es ambivalente. Aunque el 72,6 % de los usuarios de bus se declara algo o muy satisfecho, solo uno de cada cuatro (26,5 %) está realmente muy satisfecho, lo que evidencia un margen amplio de mejora.
Sebastián Vanegas, excoordinador del Plan de Movilidad de Cuenca, subraya que cuando la mitad de la población depende del bus, su nivel de satisfacción resulta determinante para la calidad de vida urbana.
Principal Medio de Transporte en Cuenca
Análisis del Tranvía
¿Qué usaban antes los usuarios del Tranvía?
¿Por qué NO usa el tranvía como modo principal?
Gasto Mensual Promedio en Movilidad (Dólares)
Comparativo entre Sector Urbano y Rural según tipo de transporte.
Comparativo: ¿Qué tan satisfecho está con su medio de transporte?
Usuarios de Bus: Motivos de Satisfacción e Insatisfacción
Principales Motivos de INSATISFACCIÓN
Principales Motivos de SATISFACCIÓN
“No es que el servicio de bus sea malo, pero sí requiere revisarse en accesibilidad, trato y, sobre todo, en la experiencia completa del usuario”, señaló.
Lo que más valoran los usuarios del bus es el bajo costo (21,2 %) y la accesibilidad de las paradas (20,1 %).
En contraste, casi el 48 % de las quejas se concentra en la mala atención, limpieza y trato dentro de las unidades, seguido de incomodidad (19 %) e inseguridad (19 %).
Aquí surge una idea central entre los expertos: la movilidad no empieza ni termina en el bus, sino en la experiencia peatonal.
“Todos somos peatones. El transporte público incluye veredas, paradas, accesos”, agregó Vanegas.
Una ciudad en «punto bisagra»
Los expertos coinciden también en que Cuenca está a tiempo, pero el margen se reduce.
La expansión urbana, los nuevos accesos, las terminales y las futuras centralidades definirán si la ciudad mantiene su calidad de vida o profundiza sus problemas.
Vanegas subrayó que los resultados de la encuesta no deben quedarse en el diagnóstico, sino traducirse en acciones de planificación y gestión urbana.
“Cuenca atraviesa un momento bisagra que exige que academia, administración municipal y profesionales de distintas áreas encontremos estrategias que mantengan la calidad de vida», afirmó.
«La ciudad está ante un desafío enorme porque esa calidad de vida se puede perder aceleradamente”, enfatizó.
En esa misma línea, Boris Palacios, excoordinador de Movilidad del Municipio, señaló que la encuesta refuerza la necesidad de que Cuenca cuente con un plan de movilidad integral.
“Este debe articular transporte público, tranvía, taxis y los modos sostenibles, y priorizar el transporte de mayor capacidad para mejorar la cobertura y reducir la dependencia del vehículo privado”, indicó.
Se sugiere Plan Maestro de Movilidad
Una postura similar sostiene Jaime López, activista en movilidad sostenible, quien advierte que Cuenca requiere con urgencia un Plan Maestro de Movilidad, declarado política pública por el Concejo Cantonal.
“Falta incentivar al uso de transporte masivo, tranvía y buses. Con eso la ciudad ganaría una movilidad más activa, más económica, saludable, equitativa y amigable con el ambiente y con los demás actores de movilidad”, afirmó.
Uno de los capítulos más sensibles del informe es el de las experiencias negativas en el transporte público.
Uno de cada cinco usuarios sufrió maltrato por parte de choferes o cobradores, sin diferencia significativa entre hombres (21,8 %) y mujeres (22,5 %).
Pero la brecha de género es evidente en otros ámbitos.
El 15,5 % de las mujeres reporta acoso sexual, frente al 4,5 % de los hombres. Ellos, en cambio, reportan casi el doble de asaltos (13,2 %).
“Estos datos no pueden normalizarse. El acoso y la violencia en el transporte deben denunciarse y abordarse desde políticas de seguridad y estrategias contra la violencia de género”, dijo la socióloga Doris Soliz.
Vehículo privado: el más caro, pero el más satisfactorio
Quienes se movilizan en vehículo privado presentan un 94,4 % de satisfacción, el nivel más alto entre todos los modos.
Sin embargo, también es el más costoso: 79,93 dólares mensuales en el sector urbano y 92,60 dólares en el sector rural, sin contar mantenimiento ni tiempo perdido en congestión.
Palacios señala que la alta satisfacción responde a la autonomía que ofrece el automóvil, aunque advierte que es también el principal generador de congestión y pérdida de tiempo en la ciudad.
“No es una guerra contra el auto, pero sí una necesidad de priorizar el transporte público”, aseguró.
El crecimiento del parque automotor —que ya supera los 100 mil vehículos— es uno de los mayores desafíos para la ciudad.
“El crecimiento del parque automotor incrementa la congestión vial y el tiempo de viaje, por eso es fundamental promover el uso del transporte público”.
El gasto en transporte también revela desigualdades territoriales.
En bus es de 31,34 dólares mensuales en el sector rural frente a los 28,23 dólares del sector urbano.
El uso de Taxi representa un gasto promedio de 60,77 al mes en la ciudad, mientras que en las parroquias rurales este valor desciende a 53,50 dólares.
El mayor gasto promedio se registra en el uso de camionetas de transporte mixto, con un desembolso mensual de 226,67 dólares.
Tranvía: alta aceptación
El 65,8 % de sus usuarios del tranvía se declara muy satisfecho, superando incluso al taxi.
Además, el 68,4 % de quienes hoy usan tranvía antes se movilizaban en bus, lo que confirma que el sistema ha sido percibido como una mejora.
También hay un impacto positivo para la ciudad: más del 26 % de los usuarios del tranvía dejó el taxi o el vehículo privado, reduciendo congestión y emisiones.
El problema no es el servicio, sino la cobertura. El 89,2 % de quienes no lo usan afirma que la ruta no les sirve.
“Es tranvía es una ‘columna vertebral’, pero debe integrarse con buses, bicicleta y caminata. Además, es necesaria la integración con la tarjeta única”, señaló López.
Bicicleta y caminata: la deuda pendiente
Pese a que Cuenca es una ciudad caminable y pedaleable, la encuesta señala que solo el 2,8 % usa la bicicleta como medio principal de transporte.
López cuestiona esa cifra y sostiene que el uso real de la bicicleta podría ser mayor al 3,5 % aunque reconoce que ha disminuido tras la pandemia.
Para el activista, el problema no es la falta de interés ciudadano, sino la falta de condiciones adecuadas.
“No es que la gente no quiera pedalear. La falta de parqueo de bicicletas, la inseguridad en las calles, son factores que desincentivan su uso en la ciudad”, agregó.
El diagnóstico está sobre la mesa. El desafío ahora es político, técnico y ciudadano: transformar las cifras en decisiones, señalaron los expertos. (PNH)-(I)
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