Como una reunión “casi satisfactoria” fue calificado el encuentro entre las autoridades municipales y los representantes de los bares y discotecas de Cuenca, quienes ayer se congregaron en las afueras de la Alcaldía para solicitar que se les permita trabajar.
El próximo mes se cumplirá un año de la paralización de labores de ese sector, que hasta la fecha no ha podido reactivarse por la emergencia sanitaria que perdura en la ciudad y en el país.
No obstante, con la reunión, los bares y discotecas tendrán la posibilidad de cambiar sus actividades a “soda bar”, en el que podrán comercializar comida rápida y servir moderadamente bebidas alcohólicas, tal y como lo hacen algunos restaurantes de Cuenca.
“Podremos vender salchipapas, hamburguesas, alitas, todo lo que es comida. También podremos vender ligeramente cervezas, cócteles. Está prohibido el consumo excesivo de alcohol. Nosotros nos hemos comprometido a cumplir con ello. Las autoridades también harán controles”, explicó Mariana Delgado, representante de la Asociación de Bares y Discotecas de Cuenca.
Para realizar el cambio de actividad, desde el próximo 17 de febrero la asociación, que está conformada por treinta integrantes, podrá entregar el listado de los bares y discotecas que deseen acogerse a la nueva modalidad de trabajo.
Se prevé que los permisos para la nueva actividad se tengan en máximo siete días. Y una vez que la emergencia sanitaria haya culminado, los bares y discotecas con las aprobaciones respectivas podrán regresar a sus actividades habituales.
La decisión del Municipio fue bien vista por el sector de ocio, ya que no han podido generar ingresos económicos desde que llegó la pandemia. En algunos casos, los bares han logrado sostenerse porque, además de ofertar bebidas alcohólicas, también ya vendían comida, y con esa actividad generaban ingresos.
Sin embargo, en otros casos, los negocios como karaokes o discotecas han tenido que ser liquidados porque no les alcanza para pagar los arriendos que, según Mariana Delgado, es un valor que ronda entre los 800 y 5.000 dólares.
“Por lo menos se podrá superar esto de alguna manera porque no tenemos ingresos ni para seguir pagando los arriendos ni podemos tener ingresos para sostener a nuestras familias”, dijo Delgado tras la reunión con el Municipio. (I)