Desde la noche de ayer, Cuenca vive su segundo fin de semana de confinamiento, una medida que tiene como objetivo reducir los contagios de coronavirus en el Azuay. La restricción es total hasta las 05:00 del lunes.
Están habilitados para funcionar los restaurantes, farmacias, fábricas y las empresas que forman parte de la primera línea de abastecimiento, exportación y servicios básicos de la ciudad, así como los entes de seguridad pública y privada.
Las personas que trabajen en estos espacios tendrán libre movilidad sin la necesidad de un salvoconducto, pero tendrán que portar su carnet institucional o una copia de su RUC o RISE para circular.
La Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y la Comisión de Tránsito del Ecuador, con el apoyo de la Empresa de Movilidad, Tránsito y Transporte (EMOV) y al Guardia Ciudadana estarán a cargo de los operativos de control.
El gobernador del Azuay, José Jaramillo, informó que los operativos serán constantes y recordó que la sanción para quienes irrespeten el confinamiento del fin de semana es la prisión, con una pena que puede ir de uno a tres años de cárcel.
El intendente de Policía Jorge Cabrera, informó que también se harán controles sobre reuniones y fiestas clandestinas, y la ocupación de espacios públicos para campeonatos, encuentros deportivos o para libar. La sanción para quienes incurran en este tipo de actividades también es la prisión.
El pasado sábado el ECU-911 reportó 108 fiestas clandestinas en la ciudad, y si bien esta semana el índice de reuniones sociales después del toque de queda se ha ido reduciendo, el jueves ya se registraron 51 alertas de esta naturaleza.
Las aglomeraciones se han reducido considerablemente, el viernes anterior el ECU-911 registró 55 de estas alertas en Cuenca, principalmente en centros comerciales. Ayer solo se reportaron 25, la mayoría en el sector de la Ferial Libre y el Centro Histórico.
Mientras la irresponsabilidad de algunos ciudadanos continua, las camas de las unidades de cuidados intensivos (UCI) a nivel local siguen al 100 % de ocupación en los hospitales públicos, y se mantienen a tope en clínicas privadas de Cuenca, informaron médicos locales.
Si bien este indicador no es favorable, el confinamiento empieza a hacer efecto en los casos menos graves de COVID. El sábado anterior el ECU-911 registró 43 llamadas de auxilio por complicaciones con el virus, el domingo y el lunes fueron 35 por cada día, el martes la cifra cayó a 27 y para el jueves llegó a 21 alertas, una reducción del 50% en una semana.
Los datos del Ministerio de Salud Pública dan cuenta de que en la última semana se registraron 371 nuevos contagios de COVID-19 en Cuenca, mientras que a nivel de toda la provincia la cifra fue de 552 nuevos casos, un dato similar al registrado hace 15 días, lo que demuestra que si bien los contagios no retroceden los números se mantienen estables.
Para combatir al virus, este fin de semana se continuará con la vacunación a los docentes de Cuenca, con jornadas que se cumplen en el coliseo del Instituto Superior Técnico Salesiano y con la inmunización de personal de recolección de basura y limpieza de calles de la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca (EMAC). Hoy también se vacuna a adultos mayores en varios puntos de la provincia. (JMM) (I)