Madrid (EFE).- «Apoyar a microempresas ahora es salvar miles de empleos hoy y mañana» con recursos públicos porque son el «corazón económico» de Bogotá, considera su alcaldesa, Claudia López, que no duda de la necesidad del endeudamiento para una recuperación económica justa socialmente y respetuosa con el medio ambiente
Porque las microempresas generan el 60 % de los puestos de trabajo de la ciudad, fundamentales para jóvenes y mujeres, argumenta en una entrevista con EFE en Madrid, donde participó esta semana en la XIX Asamblea General de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), tras asistir a la cumbre del clima de Glasgow (COP26).
En la capital de Escocia y en Madrid se ha evidenciado el liderazgo de los gobiernos locales para afrontar la fuerte crisis socioeconómica de la covid-19, comentó, y el aumento imparable de la población urbana «va a ratificar como una tendencia a largo plazo la relevancia» de las administraciones municipales.
«La proximidad, la cercanía a los problemas y también a las soluciones prácticas y realistas (…), creo que esto ha quedado claro, y que la cooperación entre ciudades cada vez tiene más relevancia», añadió.
Así que las corporaciones locales pidieron en Glasgow a los Gobiernos nacionales y entidades privadas que hagan su parte para una recuperación justa en lo social y sostenible en la ambiental.
La crisis de la covid es tal, destacó López, que, especialmente en capitales como Bogotá, es imprescindible una convergencia de acciones entre Gobierno nacional y local.
La capital, ilustró, representa un tercio del PIB del país y genera el 55 % de los impuestos estatales. «Sin la reactivación de Bogotá no hay reactivación de Colombia», sentenció.
RECUPERACIÓN ECONóMICA SOSTENIBLE A LARGO PLAZO
Preguntada si una política de energías limpias puede ralentizar la recuperación económica, sobre todo de los más humildes, López rechaza tal planteamiento.
«Al contrario, en el caso de nuestra experiencia es que hemos decidido atar las metas y las inversiones de la recuperación social y económica con las de sostenibilidad ambiental», replica.
En Bogotá, la mitad de las emisiones proceden de los automóviles, de manera que invertir de manera «contracíclica» con una gran cantidad de recursos públicos para transformar el sistema de transporte supone obras que generan mucho empleo, y que necesita jóvenes familias populares, asegura.
De lo contrario, «puede que nos recuperemos a corto plazo pero vamos a desaparecer como especie», alertó.
ENDEUDARSE AL SERVICIO DE LA INCLUSIÓN Y EL EMPLEO
Evidentemente, todo esto requiere inversiones millonarias, ¿cómo? «Con deuda, es un momento en el que el mundo no puede caer en la ortodoxia económica», dice López.
Bogotá, sin ir más lejos, ha adquirido «la deuda más alta de su historia» para ponerla al servicio de proyectos de inclusión social, empleo joven, educación, cuidado para las mujeres, sostenibilidad y transformación «verde» del transporte.
Todo ello requiere que ese esfuerzo local sea «cofinanciado» tanto por los Gobiernos nacionales como empresas nacionales «e incluso extranjeras».
Bogotá ayuda a las pequeñas empresas que contraten jóvenes con hasta el 80 % del salario durante 6 meses «e igualmente para que contraten a mujeres», explica la alcaldesa.
Y remata: «El mejor subsidio es un buen empleo, lo cual, además, nos permite tener ciudadanos libres».
Desafortunadamente, desempleo y pobreza «correlacionan con mayor inseguridad», constata. Así que «la mejor inversión en seguridad es volver a tener empresas y empleo».
Reclama López al Gobierno nacional un refuerzo policial para suplir el «enorme déficit» de agentes de la capital y pide reformas legales y fortalecer la Justicia para una mejor persecución de delitos como el hurto simple sin violencia, ya que los autores quedan en libertad: «Son rendijas de impunidad que incentiva a la criminalidad».
«LA INMENSA MAYORÍA DE LOS MIGRANTES SON DECENTES»
La alcaldesa fue fuertemente criticada los últimos meses por algunas declaraciones sobre relación entre criminalidad y población migrante, como los venezolanos.
«Lamento mucho -responde- que se malinterpreten mis explicaciones de un fenómeno que ocurre en la ciudad, lo cierto es que la inmensa mayoría, por supuesto, de los migrantes, son gente humilde y decente huyendo de una dictadura (venezolana) que los tiene al hambre», y Bogotá ha recibido «con total solidaridad a 57.000 niños migrantes» en su sistema educativo público.
«Pero es cierto, desafortunadamente, que algunos pocos están vinculados en criminalidad», matiza.
Por eso, recuerda, la Alcaldía pidió a Migración de Colombia que hiciera «patrullaje conjunto» con la Policía metropolitana de Bogotá para poder efectuar una «identificación rápida de personas migrantes», primero para que accedan a los servicios sociales; y segundo, «para que no tengamos problemas de no poder judicializar a alguien que cometió un delito porque no se puede identificar». EFE