Hablando de circunstancias que determinan predilección de lectura en el día a día y de cómo, a veces, una lectura lleva a otra y así fluye…, también los tiempos afinan preferencias, como estos días, cuando las navidades tocan las puertas, sentimientos y nostalgias, vivimos una espiritualidad a flor de piel, intuitivamente busco una literatura especial y qué mejor que “Acerca de los ángeles” de Jorge Dávila Vázquez.
Pienso que todos alguna vez, o siempre, nos encontramos con un ángel y caminamos seguros de su guía, le invocamos con premura en las encrucijadas del camino o simplemente sentimos “esa esencia invisible que nos acompaña” como, tan bellamente dice Monseñor Luis Alberto Luna Tobar, refiriéndose a los ángeles de Jorge Dávila Vázquez, “esa intangible presencia que camina con todos”. Y pienso en el “Ángel de la Guarda” al que me encomendaba todos los días por legado de mis padres. Los caminos de la vida hacen el milagro diario de su presencia en la mano amiga, en el hombro y el consejo oportuno, en el motivo exacto para la reflexión, en la Fe, en fin, “todos tenemos un ángel” y en los azares de la vida, aunque por tan cotidianos pasen desapercibidos. Jorge, con su exquisita sensibilidad, los rescata en una serie de personajes de la cotidianidad universal humana y cultural, por lo mismo identificados con la bondad y el dolor, con la desesperanza y a la esperanza, con la perfección y la belleza y los transporta a las páginas de este libro en una sutil prosa poética que es una delicia su lectura y reflexión.
Y desfilan por las páginas y se roban el corazón: el Ángel de la Anunciación, de esplendor como lo pinto Mateo Mexía; El de Balbanera, petrificado de espanto por la crueldad humana; La Gorda y la dulce bondad de sus milagros; El Barroco, El Beato, el Danzante de Caxamarca, el Inquilino, el Raterillo, el Músico, el Pendejo; y tantos más cercanos en el horizonte de la fe y las pasiones que, siento en su lectura, una reafirmación de la divinidad de la Vida. (O)