Juan Aguirre, nadador de los registros de Federación Deportiva del Azuay (FDA), luego de ser considerado como uno de los más destacados por la Federación Ecuatoriana de Natación (FENA) en los Juegos Nacionales Prejuveniles 2022, se enfoca para lograr su clasificación a un mundial de la disciplina y también para su próxima participación en la Copa del Pacífico (piscina), a cumplirse en Bolivia, en noviembre.
Prácticamente, el braceador lo ganó todo en la cita nacional que se cumple en Manabí. Según el azuayo su objetivo era el de alcanzar seis medallas de oro, sin embargo, en dos pruebas se llevó tres de plata “aveces algunos errores no pueden costar el primer lugar”, reconoció el deportista, de 16 años.
El joven nadador no tiene inconvenientes para las pruebas de piscina ni tampoco para brillar en las aguas abiertas. Aguirre, obtuvo las doradas en 800 y 1.500 metros libres, y en relevo mixto (4×100 libre). A estos resultados también su suman sus triunfos en los 3km y 5km, en aguas abiertas. Mientras que el segundo lugar lo obtuvo en los 200 y 400 metros combinados y 400 libres.
“La expectativa para los Juegos fue grande, pues me he preparado desde hace algún tiempo en lo físico para ser protagonista en diferentes pruebas. Mis entrenamientos los enfoqué en la fuerza y resistencia para terminar todas las pruebas. Toda una semana nadé en varias competencias y tenía previsto conseguir esas medallas de oro. Aveces hay inconvenientes y los puestos estelares se nos van de las manos”, cuenta el oriundo de Pichincha, quien, desde el 2019 representa al Azuay en diferentes eventos a escala nacional.
Según Juan Aguirre, su cariño por la natación nació desde los 11 años. En un principio representó a Loja, pero luego por el trabajo de su padre llegó hasta suelo azuayo y desde entonces ha vestido los colores de esta provincia.
«No he tenido inconvenientes por este tipo de cosas. Me preparo de la mejor manera y siempre pongo empeño en lo que hago. Las pruebas que más me gustan son los 400 metros combinados y 1.500 metros libres. Ahora que estoy cerca de retornar a los estudios mi planificación cambia un poco; mi jornada empieza un poco antes de las 06:00 y luego retorno a la piscina en la tarde, de esta manera nos acostumbramos al ritmo fuerte”, añadió el campeón nacional.
Ya con la estampa de haber sido uno de los mejores exponentes en Manabí, el joven braceador no descuida su preparación para ser considerado en la selección ecuatoriana que intervendrá en la Copa del Pacífico y posiblemente en los Juegos Sudamericanos Escolares, con fecha aún por definirse.
