Fráncfort (Alemania) .- Aunque para los editores españoles es prematuro avanzar las cifras de ventas de derechos en la Feria del Libro de Fráncfort, consideran que la de 2022, en la que España ha sido país invitado de honor, está siendo la mejor «en mucho tiempo», con la no ficción y las nuevas narradoras a la cabeza.
España desembarcó a principios de esta semana en la Feria del Libro de Fráncfort, la más importante del mundo y donde se negocia alrededor del 80 por ciento de los derechos de autor, con más de 400 traducciones al alemán y, tras varias jornadas, «hay muchísima petición de libro español por parte de los editores internacionales».
Así lo explicó a EFE el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Daniel Fernández: «es prematuro decir qué significa porque no tenemos contador que diga se ha vendido» pero «la gente esta muy contenta», sostuvo.
«Ha habido muchísimos contactos, movimientos y citas», explicó Fernández, que indicó que hay géneros que funcionan especialmente en Alemania, como la novela negra y la histórica, sobre las que hay muchas peticiones de compra de derechos.
«Pero realmente lo que han descubierto y lo que más interesa es toda una generación de nuevas autoras, nuevas narradoras incluyendo alguna que hace ensayo» y que transmiten que España está muy avanzada en derechos de la mujer y LGTBI. Marta Sanz y Sara Mesa son algunas de las escritoras que están funcionando en la feria, dijo.
También Inés Martín Rodrigo, con su novela «Las formas del querer», que fue ganadora de la 78 edición del Premio Nadal de Novela. Y, por supuesto, Irene Vallejo, la autora del reconocido ensayo «El infinito en un junco», sobre la historia del libro.
«Ha llamado mucho la atención la obra de Irene Vallejo, que estoy seguro de que va a ser un éxito en Alemania porque este tipo de ensayo culto y el de tema sociológico esta funcionando», explicó el presidente de los editores españoles.
De tal forma que si la mirada sobre la España que fue invitada de honor de esta misma feria del libro en 1991 fue la de «un país que consideraban un tanto exótico y periférico» ahora piensan: ¿cómo nos hemos estado perdiendo la literatura española durante tanto tiempo?.
La directora editorial de Seix Barral, Elena Ramírez, señaló que uno de los libros que mejor ha funcionado para ellos en la feria es «La mala costumbre» de Alana S. Portero, que han adquirido editores de seis países, entre ellos Alemania, Francia e, incluso, Estados Unidos, donde es difícil vender derechos para un autor español, señaló.
También se están vendiendo «de forma excepcional» los de la nueva novela de Dolores Redondo (San Sebastián, 1969), autora de la exitosa Trilogía del Baztán. «Esperando al diluvio» (Destino), se publicará el próximo 16 de noviembre en español y reunió en Fráncfort a ocho editores de todo el mundo interesados en este libro.
El último premio Planeta, la novela histórica «Lejos de Luisiana», de la escritora Luz Gabás, y que llegará en noviembre a las librerías en español, también está funcionando «muy bien» en Fráncfort.
De Tusquets, «Personas decentes» del cubano Leonardo Padura, ha sido vendido a Francia, Portugal y Alemania, mientras que la novela póstuma de Almudena Grandes, recién publicada en España, ha sido adquirida por Italia y Polonia.
Y la ultima de Fernando Aramburu, «Los vencejos», recién publicada en Alemania, será traducida a 14 lenguas, indicaron fuentes del grupo editorial.
Ventas y compras en jornadas larguísimas para agentes y editores, según relata el presidente de la FGEE y editor de Edhasa.
Son unas veinte entrevistas diarias con agentes, en espacios de media hora, las que suele celebrar un editor de media en la Feria del Libro de Fráncfort: «hay todo tipo de entrevistas pero este negocio todavía tiene esta cosa de relación personal que sigue siendo muy importante.»
El volumen de negocio depende de cada edición para su editorial, explica Daniel Fernández: hay años en que han salido incluso diez títulos consolidados a otros que solo dos o tres, indica este editor, que recuerda aquellos años en los que se leían manuscritos de madrugada para comprar los derechos al día siguiente.
«Yo fiché así a Bernard Cornwell y Simon Scarrow, dos de los mayores autores de novela histórica internacionales», rememora. EFE