
El sector del transporte decidió suspender el paro nacional después de llegar a un acuerdo inicial con el Gobierno por la eliminación del subsidio al diésel.
Luis Haro, presidente del Corredor Central Norte, informó que el transporte público funcionará con normalidad.
Explicó que el gremio aceptó un plazo de 30 días de mesas técnicas para calcular el impacto real del nuevo precio del combustible, que subió de USD 1,80 a USD 2,80 por galón.
La propuesta del Gobierno
El Ejecutivo ofreció medidas de compensación para evitar un colapso en el servicio:
- Bono de chatarrización para renovar unidades.
- Alivio en deudas históricas del sector.
- Asignación de hasta 700 galones subsidiados por unidad de transporte urbano, en lugar de los 1.000 solicitados por los dirigentes.
Pedro Abril, director de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), destacó que el Gobierno no busca negociar sino trabajar en conjunto con los transportistas.
Aseguró que “no es momento de paralizar al país”.
Escenario a corto plazo
Los transportistas resolvieron mantenerse en asamblea permanente. Si en los próximos 30 días no existen resultados concretos, el sector retomará el paro de manera inmediata.
Reacciones políticas y sociales
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) calificó la medida del Ejecutivo como un “paquetazo” y advirtió que la eliminación del subsidio al diésel agrava el descontento social.
El Gobierno, por su parte, insistió en que la reforma busca ordenar las finanzas públicas y dar sostenibilidad al sistema de transporte en el país.