La Corporación Universitaria del Azuay, hoy Universidad de Cuenca, fundada en 1867 por el gran Benigno Malo V, tuvo en sus inicios la acertada idea de crear un “jardín botánico”, en correspondencia con la fisiología de la Facultad de Medicina y Farmacia. Sirve recordar que los medicamentos pueden tener un origen natural en el mundo animal, vegetal o mineral; sintético o semi sintético.
Hasta finales del siglo XIX, casi todos los medicamentos procedían de la naturaleza, el cambio surgió con la Química Orgánica, que permitió hacer síntesis y se generó una verdadera revolución para la humanidad. La Farmacología es el estudio del valor terapéutico y/o la toxicidad potencial de los agentes químicos sobre los sistemas biológicos.
Con esta introducción, quiero contarles que ese espacio pequeño del original jardín botánico universitario, en medio de penurias económicas, funcionó unos años y al final el solar fue vendido y murió la intención de praxis y aplicación investigativa. En 1953 Cuando se construye el campus de la Ave. 12 de abril, fue importante y notorio el aporte del Sr. Nicanor Lovato, profesional de la jardinería y diseño paisajista, que también aportó sustantivamente en el embellecimiento de los parques de Cuenca. Más tarde han coadyuvado diferentes profesionales de la agronomía, es de justicia citar a los Ingenieros Eduardo Aguirre y actualmente Kabir Montesinos, que dieron un vuelco trascendental a generar un verdadero espacio que es modelo reconocido hasta internacionalmente, por su gran aporte a la conservación de flora y fauna nativas. Kabir, muestra con satisfacción un trabajo realizado con verdadera vocación y amor, en donde destacan las especies arbóreas nativas, salvias y bromelias y otras plantas nectaríferas, que vinculan a la fauna nativa, destacando los colibríes y aves canoras, que tienen al campus de Balzaín como hábitat espacioso y vecino al callejón biológico del río Tomebamba.
Muchas plantas han sido rescatadas de espacios degradados por incendios o causas antropogénicas, se fabrica compost y humus, imitando a la naturaleza, siendo una escuela de educación ambiental, espacios visitados por nacionales y extranjeros, que aplauden y disfrutan de lo diseñado. Aplaudo las casi 1000 especies vegetales y 25.000 plantas, con cercas de piedra bola y un disfrute campestre a nivel citadino. (O)