La semana pasada con total éxito, el “Amistad Club” de Cuenca cumplió 50 años de la organización del denominado “Mundialito de los Pobres”, cuyo origen se remonta a la década de los años 70 – 80, en la antigua escuela Borja. En el año 1981 este torneo pasa a realizarse en las provectas, pero tan añoradas canchas del antiguo Colegio Febres Cordero, por el deterioro de sus instalaciones, el Coliseo Jefferson Pérez acoge este evento a partir del año 2000. Hablar de 50 años atrás parece fácil, pero cuanto trabajo, sacrificio y vicisitudes lograron superar las diferentes directivas de esta magnífica entidad como es el “Amistad Club” que, además tiene a su cargo entre otras organizaciones el concurso de Años viejos y el desfile de mascaradas. La verdad que este campeonato de indor futbol es un verdadero carnaval que, durante el mes de agosto de cada año, nos regocija y nos deleita a todos los amantes de la pelota chica, llenando de emoción al numeroso público, entre los que sobresale la presencia femenina, además de niños, jóvenes y adultos, que, con globos, papel picado, cornetas, tambores, antifaces, caras pintadas, campanillas etc. hacen barra por su querido equipo, ciudadanos sinceros y querendones, que darían todo por su popular barrio. Lamentablemente y esto lo afirmo con todo respeto a los organizadores, que en la actualidad la mayoría de jugadores no pertenecen a sus respectivos barrios, son deportistas contratados de otras ciudades y de otros países, lo que quizá perjudica la esencia del torneo, en todo caso esto le compete y es responsabilidad de las directivas barriales. Sin embargo, no se puede deslucir el desarrollo del torneo, sobre todo la noche de la final, que fue una ceremonia espectacular, muy colorida, llena de luces, con bandas, danzas, conjuntos musicales, regalos al público, sorteos etc. Ante un coliseo repleto los finalistas hicieron delirar al público, el partido entre Simón Bolívar y Don Bosco termino empatado en el tiempo reglamentario (3-3), en los penales la suerte le favoreció a Don Bosco, quién se proclamó campeón ante la algarabía de sus seguidores. La corona está en buenas manos, salud y felicitaciones a los equipos finalistas, sobre todo a los organizadores por su brillante trayectoria en estos 50 años, que el “Mundialito de los Pobres” perdure por siempre. (O)
