Para unos, a paso de vencedores; para otros, de manera atropellada, ha transcurrido el primer mes de gestión del segundo período presidencial de Daniel Noboa. Se cumple este martes 24 de junio de 2025.
En materia legislativa es donde más se ha movido. Hasta con vehemencia. Cuando el crimen organizado, lejos de replegarse tras las acciones de la Policía y el Ejército más bien se muestra más desafiante, mete más pánico a la población civil, el presidente envió varios proyectos de ley encaminados a enfrentarlo con extrema dureza y desde sus propias estructuras.
No faltó la polémica y hasta advertencias, en especial en torno a la Ley Orgánica de Inteligencia, necesaria si en verdad se quiere enfrentar a los grupos de delincuencia con toda la fuerza legal y la del Estado, aunque, según varios analistas, contiene varias inconstitucionalidades.
Contra todo pronóstico, en este primer mes Noboa logró articular una mayoría legislativa, sumando a asambleístas del correísmo, socialcristianos, de Pachakutik y de varios independientes.
Se trata de una mayoría, si bien no consolidada pero sí dispuesta a dar viabilidad a los proyectos del Ejecutivo, especialmente en temas críticos cuya solución los ecuatorianos reclaman día tras día.
Todo le ha venido bien en esos primeros 30 días porque el oficialismo tiene el control de casi todas las comisiones legislativas, ni se diga en el CAL.
La fiscalización no pasa por buen momento, precisamente por la fuerza de aquella mayoría. El caso más patético es el relacionado con Progen cuyo contrato es sometido ahora a un laudo arbitral.
La salud, el IESS y su problema estructural, lo laboral, incentivar la inversión, también son tareas urgentes.
En lo económico persisten los mismos problemas y las soluciones no pasan siempre por endeudar más al país.
Un mes como para despejar ciertas dudas de a dónde quiere ir el Gobierno; también para asimilar los equívocos.
