Dialogar es también un derecho ciudadano y una obligación de nuestros gobernantes. No es un privilegio, es una necesidad urgente. Para que estos diálogos se traduzcan en un beneficio mutuo para las partes. La paralización de los servicios públicos, más allá de establecerse en la Constitución una norma que prohíbe, el gobierno debe llegar a acuerdos con los ciudadanos y ellos …









