La vacunación

Marco Carrión Calderón

Parece que al fin la campaña de vacunación salió del tremendo empantanamiento en que permaneció durante el gobierno incapaz y corrupto de Lenin Moreno. En aquella época era “normal” que los negociados y coimas en los procesos de adquisición de este tipo de insumos médicos encareciera notablemente y obstaculizara su adquisición y ocasionara demoras de manera criminal.

Ahora estamos, al parecer, en buen camino y la gente se está vacunando de manera ágil y efectiva. Claro que hay problemas, y muy serios, para salir adelante. Los hay, sobre todo, en el ámbito de la comunicación pues, por ejemplo, en veces se cierra un vacunatorio y quienes tenían que ir a él no son comunicados oportunamente.  

Y por si todo fuera poco existe la campaña en contra de la vacunación. Personas que anuncian que no recibirán la inmunización y que piden a la población no hacerlo, basando su opinión en absurdos criterios, “conspiracionistas” y absurdos como que nos introducirán chips para controlarnos, o programas informáticos para convertirnos en una especie de zombis manipulables y asesinos, etc. Por favor no hay que hacer caso de tales tonteras nacidas de mentes enfermas y ociosas que no tienen nada mejor que hacer que inventar cosas irracionales. Hay que insistir ante toda persona que la única forma adecuada de prevenir esta terrible enfermedad es mediante la vacunación y al mayor número de personas.

Es importante insistir a la población que las vacunas han sido, a lo largo de la historia, el método más efectivo para combatir las enfermedades infecciosas que pueden ocasionar epidemias y pandemias.  Gracias a ellas es que la humanidad está libre de algunas como la poliomielitis, la tuberculosis, la viruela, el sarampión, la difteria y otras con gravedad variable. Ruego de manera encarecida a la población no hacer caso de las voces ignorantes y perversas que, no sé con qué fines, tratan de impedir el éxito de este proceso que quizá nos vuelva a la vida normal. Todas las vacunas son buenas, por eso fueron aprobadas Es inaudito escuchar que algunos dicen que no recibirán la vacuna pues “un vecino” asegura que hay los peligros, inexistentes, a que me he referido en líneas anteriores. (O)