Precaución ante la ómicron

Resultarán ineficaces las disposiciones del Comité de Operaciones Emergentes (COE) para evitar aglomeraciones a fin de evitar contagios con ómicron, la nueva variante del COVID-19 cuya propagación asusta al mundo.

Ineficaces, si la población, sobre todo si cada persona desde su yo interno, no asume la responsabilidad de protegerse.

El nuevo azote de la pandemia adquiere fuerza justo cuando se celebran las fiestas de Navidad y Año Nuevo, que por su naturaleza y tradición invitan a masivas reuniones y festejos también colectivos.

Según la Organización Mundial de la Salud, un contagiado con la ómicron puede propagarla a otras diez y seis personas. No imaginar siquiera esta situación y hacer tabla rasa de las disposiciones de autoridad competente es actuar con poco amor propio, ni se diga pensando en los demás.

Si la variante tiene esa velocidad de contagio, por simple sentido común la población debe entender el poder de multiplicación de la enfermedad y, por consiguiente, el casi seguro colapso de los hospitales.

Quito y Guayaquil ya viven momentos, si bien no de pánico, sí de preocupación. Posiblemente los contagios en estas dos ciudades ya sean comunitarios.

De hecho, la capital acaba de pasar de alerta amarilla a naranja para intentar controlar el avance de la COVID-19. Se adoptaron nuevas medidas relacionadas, principalmente, con los aforos.

¿Quién hace respetar, por ejemplo, los aforos dispuestos por el COE nacional?

Los COE cantonales acatan tales disposiciones. Las autoridades del gobierno hacen lo mismo. Han adecuado sus planes de contingencia, si bien no tienen personal suficiente para ejercer control total.

Por eso mismo, los responsables de los establecimientos obligados a respetar los aforos deben actuar con ponderación.

En el caso de Cuenca, por ejemplo, la Arquidiócesis decidió reemplazar el Pase del Niño Viajero por una caravana. Se efectuará hoy. Esto no implica el debilitamiento de la fe de los creyentes.

Parte de la responsabilidad ciudadana es vacunarse, hoy por hoy la única manera de evitar la temible enfermedad.