Rol de padres en la educación

Edgar Pesántez Torres

Unas breves líneas respecto a la educación de hoy y del pasado. En mi niñez y adolescencia primaba la enseñanza teórica sobre la pragmática, los contenidos conceptuales y actitudinales se transmitían a través del pizarrón y la charla del profesor, con poca o nula participación del estudiante y sin tomar en cuenta sus variables y características. Sólo más tarde se incorporaron asignaturas de experiencias, destrezas y habilidades, como las manualidades para las mujeres y las opciones prácticas para los varones, entre otras.

El rol de los padres de familia (educados ellos en valores, urbanidad, cortesía, religión, buenas costumbres y teorías dispersadas) era vigilar las tareas que les enviaban a sus hijos o representados e inculcaban el respeto a la autoridad, particularmente al profesor. A éste se le encomendaba incondicionalmente la formación íntegra del alumno, mientras estos guardaban máximo respeto y gratitud al maestro, que por entonces sí existían en contraste a la inversión de hoy.

La educación de hoy debe fortalecer las condiciones para el surgimiento de una sociedad-mundo, compuesta por ciudadanos protagonistas, consciente y críticamente comprometidos en la construcción de una civilización planetaria que abra caminos a nuevos proyectos humanos sustentados en una sólida ética del género humano y la comprensión, pero esto tendrá cumplimiento con la vuelta a la educación en valores, valiosos por sí mismos y que se descubren  en la implicación con la experiencia, no solo con los libros.

El rol de los padres o representantes debe también estar acorde con los tiempos que corren; pero, jamás siendo insolentes y menos atizadores de la denigración de los profesores por el prurito de sobresalir sin merecimientos. Estos prójimos, que no personas menos ciudadanos, activan el irrespeto y la agresión al tutor, so pretexto de los derechos humanos malinterpretados en su micro visón del mundo. Con ello lo que hacen es que sus hijos adquieran antivalores para que más tarde sean indeseables y dogales de la sociedad.

He observado con beneplácito el respaldo a un profesor por parte de los padres de familia de una escuelita de Latacunga, por un supuesto abuso de autoridad. Con carteles y globos, los padres de familia respaldaron al profesor que ha mantenido orden y disciplina en su grado.  Olga Tipantuña y Mercedes Montero, en nombre de los padres de familia han solicitado del Ministro de Educación respaldo para el profesor y a la Fiscalía, seguimiento a la difamadora. (O)