Entre la prevención y la muerte

Ma. Isabel Cordero

Esta semana se conmemoró la prevención del embarazo adolescente, y por otro la prevención del aborto ilegal. Eventos que para la mayoría de los medios, redes y población pasaron desapercibidos.

En cifras es importante mencionar que, gracias al trabajo multisectorial, en el país se redujo el embarazo en menores de 14 años, pasando de 7 a 5 niñas que dan a luz cada día, a nivel cantonal se estima una reducción de casi el 50% de partos en adolescentes en el 2022. Lo cual nos da luces para dejar de ser el segundo país de la región con más alto índice de embarazo adolescente.

Por otro lado, evitar muertes maternas relacionadas al aborto ilegal es más difícil. Las causas y consecuencias relacionadas a muertes de adolescentes, resultado de abortos clandestinos, están solapadas por un criterio de vergüenza y misterio conservador, que prefiere la muerte de una niña a reconocer la urgencia de la despenalización total de un crimen que casi nunca se denuncia.

Volvemos a la urgencia de exigir un estado responsable de asegurar educación integral para la sexualidad, pero también rechazar posturas conservadoras que obligan a niñas a parir y ser madres, o a morir en el intento de no serlo. (O)

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