PODER DE LOS MILLENNIALS

Hugo Lucero Luzuriaga

Estamos comenzando el mandato de un “millennial”, como es Daniel Noboa Azín, joven mandatario que afronta la difícil tarea de sacar al Ecuador del fango al cual nos empujaron, los que ya se fueron sin pena ni gloria. Millennials, término concebido por demógrafos e historiadores, que agrupan a humanos en función de tiempos y grandes acontecimientos, con la finalidad de estudiar conductas, hábitos y más características. Entre las agrupaciones más estudiadas tomando como referencia a los años de nacimiento tenemos a: los Baby Boomers (1949-1968), la Generación X (1969-1980), los Millennials o Generación Y (1981 -1994), los Centennials o Generación Z (1995-2010).

Siendo nuestro Presidente Noboa un millennial, creemos que es oportuno citar algunas características de estos jóvenes, a saber:  son multitasking que es una cualidad caracterizada por poder realizar varias actividades a la vez, viven hiperconectados, se comportan como consumidores exigentes, buscan el éxito profesional a través de actividades que disfrutan, tienen al internet como herramienta democrática, prefieren trabajar en forma independiente incluso desde su casa, su forma de vestir privilegia la comodidad y originalidad, tienen deseos de aprender y luchar contra procesos arcaicos, son emprendedores con mucha energía y nuevas ideas, autónomos y adaptables  a los cambios, y se preocupan por cuidar el planeta.

Muchas de estas características enseñan la personalidad del Presidente Noboa, que de a poco va mostrando una imagen que aspiramos sea en beneficio de las mayorías. En este contexto, creemos que debemos apoyar a un millennial con las mejores intenciones para gobernar a un país, que ya no cree casi en nadie. No esperemos milagros de un ser humano, tendrá tropiezos y errores en un espacio en donde persisten los de siempre, ahora más que nunca en espera de “esa oportunidad” para dar paso a la impunidad, o encontrar la “quinta pata al gato” en función de intereses personales o grupales, ladeando al pueblo al cual siempre ofrecen servir. Ecuador avizora con optimismo el renacer de una esperanza.