A propósito de la cuaresma

Tatiana Neira Alvarado

La cuaresma, que de acuerdo con el año litúrgico cristiano, comienza el Miércoles de Ceniza y culmina el Jueves Santo, es una época en la que se hace un llamado a la penitencia, la reflexión e incluso la conversión.

Seamos o no religiosos, no está nada mal poner en práctica lo que se propone, pues la introspección permite mirar y evaluar lo que hemos hecho, para enderezar el camino, buscar ser mejores o convertirnos en personas de bien, en particular quienes toman decisiones que afectan a toda la población.

En esta cuaresma, el llamado es a los políticos, a los jueces, a los que deciden mirando su propio interés, el de su líder o su grupo, a aquellos que,  -parafraseando a Alexander Pope, poeta inglés-, han mentido e inventan más mentiras para sostener la certeza de la primera; dejen de hacerlo, no nos sigan perjudicando. Propiciar la impunidad es no sólo afrentoso sino peligroso, incluso para los que la pretenden.

Están a tiempo de reconocer su error, rectificar y recibir el perdón divino. (O)